Carlos querido…

Carlos querido,

En el penoso trance de cumplir con esta última cita, de compartir este último mezcal, nos acompañamos con fragmentos de recuerdos dispersos que tenemos de ti, que cada quien atesora y nos reímos juntos recordándote hoy, celebrando tu vida. Lloramos en su momento y no dejamos de sorprendernos y preguntarnos en secreto o a viva voz, por qué la vida es a veces tan injusta que se lleva a alguien con quien compartimos tantos planes…, ¿por qué tanta vitalidad cortada de tajo…? -continúo pensando-. ¿Son celos que te tuvo la vida, compa, o un amor lleno de impaciencia?
No parabas de echar ideas al vuelo, de compartirlas, de animarlas y encontrarles el lado posible. Como en ese taller por el que tantos y tantas radialistas apasionadas te van a seguir recordando, porque en él nos ayudabas a soñar una radio que fuera posible en cada una de nuestras comunidades, con nuestra gente, para mejorar nuestras vidas.
Ejercer la comunicación como una necesidad humana, como un derecho ciudadano, como la fuente del sentido, como esa dimensión de la existencia en la que es posible alcanzar una plena humanidad en armonía con la vida. Esa es la gran pasión que nos acercó tanto y que nos llevó a compartir largos tramos de ese mismo camino.
Muchas veces, cuando hemos caminado durante horas por esas centenarias veredas que serpentean subiendo y bajando las imponentes montañas oaxaqueñas, se acompaña uno preguntándose por quienes las transitaron antes que nosotros y cuyo tránsito es la huella que hoy seguimos. Finalmente terminamos preguntándonos por quienes llegaron primero, cuando aun no había camino y tuvieron que abrirlo a medio monte y con rumbo incierto ¿Qué estarían buscando donde nadie antes había buscado? ¿A dónde querían llegar? ¿Cómo sabían?
Después de escuchar las palabras de tu gente, es decir, de tu familia, de tus amigos, de tus discípulos y de tus compañeros que somos todos y todas nosotras, vemos claramente que tú has sido uno de quienes han estado ahí antes que los demás, abriendo el camino por donde ahora andamos…
¿Cómo hacemos ahora para dejarte ir?

Tus amig@s de Ojo de Agua Comunicación