La música y la violencia misógina: ¿Hay machismo en las canciones?

Unas nalgadas con pencas de nopal
Es lo que ocupas por falsa y traicionera
Como te amaba que bruto que animal
Como fui a darte mi amor a la ligera
Vas a sufrir, vas a llorar
Tal vez no extrañes ni mis besos
Pero vas a extrañar mis pesos
“Unas nalgadas”, Alejandro Fernandez. RANCHERA, 2009.

Tú eres la causa de esta sensación que no respiro
De estas ansias de olvido y a la vez de estar contigo
Tú causas estos celos en que estoy cautivo
Por eso no mires a nadie cuando estés conmigo
Cuando vayas conmigo no mires a nadie
Que tú sabes que yo no consiento un desaire…
“Cuando vayas conmigo”, José José. ROMÁNTICA. 1983

La música es un medio de expresión que nos despierta distintas emociones y sentimientos, es sin duda un arte que ha estado a lo largo de nuestra vida y nos ha acompañado en momentos de alegría, tristeza, enojo, melancolía, etc. Así mismo, la música es una herramienta fundamental de educación que bien utilizada puede ayudar a fomentar valores sociales y es una forma perfecta de transmitir información. ¿Pero qué pasa cuando las letras de las canciones llevan un contenido violento? ¿Puede la música ser un causante de la violencia misógina? Siendo así ¿Cuál sería nuestro papel al respecto?

La relación entre la música y la violencia es un tema muy complejo que ha sido caso de estudio de muchas investigaciones, y aunque aún no se llegan a resultados definitivos, lo que es cierto es que a través de las canciones se difunden ideas y formas de pensar que parten de los valores culturales de una sociedad, como es el caso del papel de los hombres y las mujeres. Es por ello la preocupación de que las canciones cuyas letras contienen estereotipos de las mujeres tales como: sumisas, calladas, traicioneras, conflictivas, celosas, que deben ser castigadas y reprimidas, puedan llegar a normalizar actos violentos y demás estereotipos como el amor romántico, la sexualización de la mujer y los roles de género.

Y esta va para las cuernudas como yo
La que se agüita, sale panzona
Querida socia lo querramos o no, compartimos las dos al mismo hombre
Querida socia tú eres la noviecita, la recatadita, yo la amante sin nombre
Querida socia sé que vas a casarte, que por fin lo atrapaste, pero hoy debo decirlo
Que aunque viva contigo, seguirá siendo mío, vamos a compartirlo
Quédate con tu traje de novia, yo me quedo con la cama
Quédate con tu fiesta de bodas, yo con la pasión, la llama
Cómo ves si cerramos el trato y en la última cláusula
le aumentamos tantito, nada más un detalle
Tú le lavas la ropa, pero yo se la quito
“Querida socia”, Jenni Rivera. REGIONAL MEXICANA, 2001

Es importante señalar que vivimos en una sociedad en donde la violencia se ha naturalizado y aunque no la sepamos identificar a simple vista ésta se encuentra a nuestro alrededor (por ejemplo los piropos), es decir, podemos identificar más fácilmente la violencia física (en su cúspide el feminicidio), pero no con la misma claridad la violencia económica o patrimonial, y aún más difícil de reconocer es la violencia simbólica, es decir, aquella llamada invisible porque se reproduce culturalmente a través de los medios, en la publicidad, en los ámbitos educativos y también en este caso, en la música.

Contra la pared eh eh
Contra la pared eh eh
Contra la pared eh eh
Contra la pared eh eh
Tiene derecho a guardar silencio
el oficial magnesio
y pienso que debería posarte
no vas a escaparte
no va pa ni una parte
no vas a revelarte conmigo
o te doy tu castigo
no me hagas abusar de la ley
que comienzo contigo
y te acuso de violar la ley
si sigues en esa actitud voy a violarte hey
asi que no te pongas alsadita
yo se que a ti te gusta por que estás sudadita
si ma recién salida de una sauna
que esta noche terminas con una trauma
llama a la chiquifobia
yo quiero vacilar no quiero novia
aíi que ponte contra la pared he he he
“Contra la pared”, Jiggy Drama, REGGAETÓN, 2010

Si la tarea es encontrar algún género o artista específico causante de la violencia misógina, muchxs optarían por señalar la música de banda o el reguetón, debido a ello ya sea por presión social o por convencimiento propio, muchos artistas han retirado o cambiado la letras de las canciones que son consideradas como violentas. En este sentido vale la pena reconocer que el contenido violento hacia las mujeres ha estado presente desde mucho tiempo más atrás y se ha bailado a diferentes ritmos y hasta cantado o tarareado en diferentes idiomas, muchas veces sin saber lo que decimos.

You better run for your life if you can, little girl
(Deberías correr por tu vida si puedes, pequeña niña)
Hide your head in the sand, little girl
(seconder tu cabeza en la arena, pequeña niña)
Catch you with another man
(si te atrapo con otro hombre)
That’s the end, little girl
(será el fin pequeña niña)
I’d rather see you dead, little girl
(prefiero verte muerta pequeña niña)
Than to be with another man
(a que estés con otro hombre)
You better keep your head, little girl
(deberías mantener tu cabeza pequeña niña)
Or you won’t know where I am
(o no sabrás dónde estoy)
“Run for your life”, The Beatles. ROCK POP. 1965

I used to love her, but I had to kill her
(Yo solía amarla, pero tuve que matarla)
I had to put her six feet under and I can still hear her complain
(Tuve que ponerla seis pies bajo tierra, y todavía puedo oírla quejarse).
I used to love her, but I had to kill her
(Yo solía amarla, pero tuve que matarla)
She bitched so much, she drove me nuts and now I’m happier this way
(Ella maldecía tanto, ella me volvió loco y ahora soy más feliz de esta manera)
“Used to love her”. Guns and Roses. ROCK, 1988.

Aunque han sido muchos los señalamientos hacia algunos géneros y artistas en específico, incluso hay lugares donde canciones y artistas han quedado vetados, cabe aquí reflexionar a profundidad el problema, ¿Bastaría con retirar estas canciones? Más allá de los géneros, el verdadero reto es en saber identificar y escuchar con atención lo que estamos consumiendo, es decir, en poner atención a los discursos a los que estamos expuestxs y estar conscientes que la música forma parte de nuestra cultura y que en ella devienen también la forma en la cual nos construimos como personas y como comunidad e interactuamos en el mundo.

Para muchxs radialistas este es un tema de controversia ¿Qué hacer cuando los radioescuchas solicitan canciones cuyo contenido es violento? Aquí vale la pena reflexionar sobre cómo se construye el gusto musical, ¿Esto es algo con lo que se nace o se aprende y cómo contribuye en ello la radio? En este sentido las radios comunitarias cuya labor y responsabilidad está pensado en la construcción de un mundo mejor, la reflexión y análisis sobre el contenido de la música y sus repercusiones en la sociedad debe entonces ser una tarea indispensable en su quehacer como comunicadores sociales. Las acciones al respecto han sido diversas, hay quienes han optado por no volver a poner al aire determinadas canciones, hay quienes las colocan pero añaden comentarios para provocar reflexión en la audiencia, y hay quienes después de un debate y análisis sobre su contenido las retiran por completo de su repertorio.

Ya sea como artistas, escuchas o radialistas, todxs tenemos la tarea de continuar reflexionando sobre la violencia contra las mujeres como un problema social, la cual parece que aún queda mucho camino por recorrer para que todxs podamos reconocer su existencia hasta en el aspecto más sutil. La atención y debate crítico en los diferentes espacios -por ejemplo con lxs niñxs y adolescentes en las escuelas- sobre el contenido de las canciones y su relación con los actos de violencia puede favorecer a entender mejor el fenómeno, encontrar sus causas y consecuencias, así como acciones clave para su prevención.

Siendo así, ¿Qué canciones conoces que tengan un contenido misógino y no te habías dado cuenta?

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD