Campaña sobre los Proyectos Eólicos
La región del Istmo de Tehuantepec es la parte de tierra más estrecha del territorio mexicano. Entre el Golfo de México y el Océano Pacífico, en su punto más angosto doscientos kilómetros separan los dos mares.
La región del Istmo de Tehuantepec es la parte de tierra más estrecha del territorio mexicano. Entre el Golfo de México y el Océano Pacífico, en su punto más angosto doscientos kilómetros separan los dos mares.
Desde el siglo XVIII el Istmo ha estado en la mira incansable de empresarios y gobiernos para vender una alternativa al Canal de Panamá. En las últimas décadas, con el embate del neoliberalismo el Istmo se ha convertido en objeto de especulación ya que, sumada a su gran potencial de hacer una ruta de transporte entre los dos océanos, existe una gran cantidad de recursos naturales que la industria multinacional quiere aprovechar.
Por la proximidad de los dos grandes cuerpos de agua, algunas partes del Istmo son azotadas constantemente por fuertes vientos, ofreciendo condiciones ideales para la generación de electricidad eólica. De aquí surge el proyecto denominado Corredor Eólico del Istmo. Diseñado en tres fases, este proyecto cuenta con el interés de empresas transnacionales y del gobierno. Hasta el momento se han instalado centenares de aerogeneradores, afectando territorios de comunidades indígenas y campesinas. El Corredor Eólico del Istmo promete a las empresas generar en esta región más energía eléctrica de la que produce toda Alemania.
Aunque la generación de electricidad por medio de la transformación de la energía del viento es una de las más limpias desde un punto de vista ecológico, no hay que dejar de lado el impacto social y económico. El problema principal no es la tecnología por sí misma, sino cómo el proyecto se está implementando sin haber realizado consultas abiertas e informadas con los habitantes de la región, quienes son los propietarios de las tierras y territorios que se pretende explotar. Las empresas interesadas y las instituciones gubernamentales encargadas de llevar a cabo el proyecto, se han aliado con políticos y caciques locales, para lograr que cada persona que posee un terreno en las zonas donde se instalan los aerogeneradores firme un contrato en el que ponen sus tierras a la completa disposición de las empresas. A cambio de rentas muy bajas las empresas prácticamente tendrían posesión absoluta de las tierras de los campesinos durante muchas décadas.
La campaña que el ECI ha emprendido tiene como objetivo generar reflexión y crítica ante estos procedimientos. Se intenta alertar a la gente para que, antes de firmar un contrato, se entere bien de lo que está haciendo para no menoscabar su patrimonio personal, familiar y colectivo.
El ECI realizó un serie de programas de radio y un cartel, mismos que fueron ampliamente difundidos en la región.
[Insertar foto: Will pega cartel]
Junto con la Asamblea de Defensa de la Tierra y el Territorio, El ECI también convocó a un taller informativo, llamado Taller de Información y Reflexión sobre el Proyecto Eólico
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