I Muestra de Cine y Radio Comunitarios en Mesoamérica
El lugar que habitamos, el que nos permite disfrutar y reproducir la vida no es uno solo, sino múltiples territorios que se superponen.
El lugar que habitamos los pueblos del maíz es el territorio antiguo del jaguar y de la serpiente, heredado por ellos a los primeros habitantes de este mundo. Desde el lugar en donde llamamos Cem Anahuac a la tierra toda hasta donde se le llama Abya Yala, nuestros antepasados construyeron todo un mundo, sostenido por sus propios dioses y por sus propios principios.
El lugar que habitamos, los pueblos mesoamericanos, es centro de origen y reproducción de miles de especies vivas, fuente de diversidad biológica y cultural, legado de conocimientos ancestrales, de ritmos, sonidos y sabores, tejido vital que constantemente busca recomponerse en cada comunidad y en cada barrio. Es también territorio defendido cada día por nuestros pueblos frente a mafias, caciquismos, estados, capitales, desarrollismos y ejércitos invasores. Territorio regado milenariamente por la sangre de nuestros pueblos, quienes antiguamente se sacrificaban para sus dioses y hoy son sacrificados ante los ídolos del capital.
Frente a las empresas mineras, petroleras, farmacéuticas, agrotóxicas, eólicas y turísticas; a los proyectos de desarrollo de los organismos financieros internacionales; a los medios masivos de control y a los ejércitos formales e informales con que buscan imponernos su lógica de muerte, comunicadoras y comunicadores que habitamos esta Mesoamérica que resiste celebrando su historia, su cultura y la vida, damos testimonio a través de las miradas reunidas en esta Muestra de la brutalidad del despojo y de la opresión, de las luchas incesantes de nuestros pueblos y de la belleza de la esperanza.