Todos los días, llama nuestra atención las noticias en periódicos locales, ya sea en las ediciones impresas o en las versiones digitales descripciones como “Fue alcanzada por una bala perdida al estar frente a su domicilio, perdió la vida cuando era trasladada al hospital”; “…El cuerpo fue localizado entre magueyes, fue torturada antes se ser asesinada a balazos”; “Un sujeto atacó a la adolescente con un picahielo fue auxiliada, pero en el trayecto al hospital dejo de existir” y así los días transcurren entre notas y noticias de hechos violentos que dejan a madres, hijas e hijos, padres y a todo el circulo familiar con el dolor, la rabia y un peregrinar de días, entre visitas a las dependencias, trámites burocráticos y heridas que difícilmente se cerraran, porque siempre se repite la misma historia, como una maldición que pesa sobre los cuerpos de mujeres, niñas y adolescentes en México y en Oaxaca.
La violencia contra las mujeres y las niñas, es considerada una de las violaciones de los derechos humanos que lastima y merma la vida de muchas mujeres en el mundo. Se calcula que a nivel global una de cada tres mujeres han sufrido de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida, según información de la ONU.
Las consecuencias van desde lo físico, a lo sexual, psicológico y mortales para algunas mujeres, sin que se vea avances pese a los esfuerzos que se emprendan año con año en campañas que los gobiernos, organizaciones y colectivas realizan para visibilizar y denunciar cifras que en sí mismas lastiman a la colectividad.
De los 25 países con mayor tasa de feminicidios, 10 están en América Latina. México ocupa el lugar 23, ubicándose entre los cinco países con más incremento de homicidios contra mujeres y niñas. En datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México entre 9 y 10 mujeres son asesinadas al día, siendo las mujeres mexicanas las más desprotegidas después de las de India, Arabia Saudita, Indonesia y Sudáfrica.
Es por este panorama de violencia de género que México tomó acciones por parte del gobierno creando en 2008 las Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), las cuales se empezaron activar en 2015 en algunos estados con los más altos índices de violencia feminicida. De los 33 estados de la república mexicana, 11 tienen alerta de género, Oaxaca entre ellos, y pese a las medidas por parte de los gobiernos y la suma se esfuerzos de la sociedad civil, las distintas violencias siguen impidiendo el pleno desarrollo de mujeres niñas y adolescentes.
Aún cuando Oaxaca cuenta con Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), desde el 2018, y que dicho mecanismo de protección de los derechos humanos de las mujeres está contemplado en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, esto no se ha traducido en justicia, ni cese de los actos violentos hacia las mujeres en el estado.
La falta de mecanismos claros en su diseño, implementación y evaluación en algunas entidades, la alertas de género tienen resultados bastante cuestionables, que a todas luces se pueden evaluar como una política pública no exitosa.
A lo anterior se suma la negligencia de las fiscalías, ministerios públicos y jueces tanto en el ámbito federal como en el local, desde la investigación, capacitación de servidores públicos y a la falta de recursos asignados. Esto provoca que los violentadores no reciban un verdadero castigo a consecuencia de sus acciones, obteniendo como resultado impunidad y falta de justicia para las víctimas de las diversas violencias, y entre tanto las cifras aumentan de manera preocupante.
Una mirada y un corazón que late por la vida de todas
Por todo esto, vemos imprescindible el trabajo que realizamos las organizaciones de la sociedad civil para sensibilizar a la población sobre el tema de las diversas violencias que viven día a día mujeres, niñas y adolescentes, en el hogar, centros escolares y laborales, así como espacios públicos y que, de alguna manera, se ha normalizado y perpetuado.
Desde nuestros espacios, diversas organizaciones y colectivas hemos venido abonando con nuestro granito de arena, para hacerle frente a la situación de violencia que no nos permite acceder a una vida plena, seguras y felices. En las 8 regiones del estado trabajamos con un enfoque más humano y amoroso, ofrecemos talleres de formación y de producción audiovisual, donde el principal objetivo es nombrar y visibilizar los distintos tipos de violencias, la prevención del abuso infantil, violencia y nuevas tecnologías, autocuidado y sanación. Los cuales dirigimos a mujeres, niñas y adolescentes y, en algunos espacios se incluyen a los jóvenes a quienes también la violencia les atraviesa y quienes forman parte de la solución que nos corresponde a todas y a todos.
Las pantallas del cine comunitario se iluminan de luz violeta, las ondas sonoras de las radios comunitarias y los podcast del ciber espacio, han sido tomadas por la voz de las propias mujeres para hablarnos de sus dolores, sus preocupaciones y sus apuestas para que la situación llegue a revertirse para las mujeres del campo y de la zonas periféricas de las ciudades. Consideramos que hay mucho qué hacer y mucho que decir.
La violencia en números
En Oaxaca, de los más de cien casos denunciados en la presente administración estatal, un poco más del 16 % de los casos de violencia en contra de las mujeres corresponde a delitos sexuales. Estos son datos arrojados en la Plataforma de Violencia Feminicida de Consorcio para el diálogo parlamentarios y la equidad Oaxaca AC. En ella también se documenta que, cerca del 80 % de los casos de víctimas su agresor es una persona desconocida y en el resto de los casos sí se identifica.
Al cierre de esta edición, el conteo de la violencia registra los siguientes números: Delitos sexuales 633, desaparecidas 2390, feminicidios 820, suicidios 135, violencia intrafamiliar 662, violencia política 70. De los casos de feminicidio 101 se han perpetrado desde el inicio de la actual administración, encabezada por Salomón Jara, gobiernos vienen y gobiernos van y ésta situación pareciera no tener solución, ni voluntad para resolverse.
Y así cada 25 de noviembre, fecha en que se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, mujeres de todas las edades: amas de casa, estudiantes, profesionistas, colonas y mujeres de las comunidades de Oaxaca, se vuelcan en las calles donde a gritos reclaman esa justicia que no más no se ven llegar, a pesar de tanto pregón que lanzan a los cuatro vientos los gobernantes de este estado, con frases hechas para atraer turismo como “Oaxaca lo tiene todos,… tienes qué vivirlo…” o la de la actual administración donde se autonombra como “La primavera oaxaqueña”, o la de la presidencia de la república que machaca hasta el cansancio “Por el bien de todos, primero los pobres”… pero no queda más que agregar que por el bien de todas, justicia para las mujeres.
Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD