Por el bien de todas, justicia para las mujeres. #25N a 5 años de la activación de la Alerta de Género en Oaxaca

Todos los días, llama nuestra atención las noticias en periódicos locales, ya sea en las ediciones impresas o en las versiones digitales descripciones como Fue alcanzada por una bala perdida al estar frente a su domicilio, perdió la vida cuando era trasladada al hospital”; “…El cuerpo fue localizado entre magueyes, fue torturada antes se ser asesinada a balazos”; Un sujeto atacó a la adolescente con un picahielo fue auxiliada, pero en el trayecto al hospital dejo de existir” y así los días transcurren entre notas y noticias de hechos violentos que dejan a madres, hijas e hijos, padres y a todo el circulo familiar con el dolor, la rabia y un peregrinar de días, entre visitas a las dependencias, trámites burocráticos y heridas que difícilmente se cerraran, porque siempre se repite la misma historia, como una maldición que pesa sobre los cuerpos de mujeres, niñas y adolescentes en México y en Oaxaca.

La violencia contra las mujeres y las niñas, es considerada una de las violaciones de los derechos humanos que lastima y merma la vida de muchas mujeres en el mundo. Se calcula que a nivel global una de cada tres mujeres han sufrido de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida, según información de la ONU.

Las consecuencias van desde lo físico, a lo sexual, psicológico y mortales para algunas mujeres, sin que se vea avances pese a los esfuerzos que se emprendan año con año en campañas que los gobiernos, organizaciones y colectivas realizan para visibilizar y denunciar cifras que en sí mismas lastiman a la colectividad.

De los 25 países con mayor tasa de feminicidios, 10 están en América Latina. México ocupa el lugar 23, ubicándose entre los cinco países con más incremento de homicidios contra mujeres y niñas. En datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México entre 9 y 10 mujeres son asesinadas al día, siendo las mujeres mexicanas las más desprotegidas después de las de India, Arabia Saudita, Indonesia y Sudáfrica.

Es por este panorama de violencia de género que México tomó acciones por parte del gobierno creando en 2008 las Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), las cuales se empezaron activar en 2015 en algunos estados con los más altos índices de violencia feminicida. De los 33 estados de la república mexicana, 11 tienen alerta de género, Oaxaca entre ellos, y pese a las medidas por parte de los gobiernos y la suma se esfuerzos de la sociedad civil, las distintas violencias siguen impidiendo el pleno desarrollo de mujeres niñas y adolescentes.

Aún cuando Oaxaca cuenta con Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), desde el 2018, y que dicho mecanismo de protección de los derechos humanos de las mujeres está contemplado en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, esto no se ha traducido en justicia, ni cese de los actos violentos hacia las mujeres en el estado.

La falta de mecanismos claros en su diseño, implementación y evaluación en algunas entidades, la alertas de género tienen resultados bastante cuestionables, que a todas luces se pueden evaluar como una política pública no exitosa.

A lo anterior se suma la negligencia de las fiscalías, ministerios públicos y jueces tanto en el ámbito federal como en el local, desde la investigación, capacitación de servidores públicos y a la falta de recursos asignados. Esto provoca que los violentadores no reciban un verdadero castigo a consecuencia de sus acciones, obteniendo como resultado impunidad y falta de justicia para las víctimas de las diversas violencias, y entre tanto las cifras aumentan de manera preocupante.

Una mirada y un corazón que late por la vida de todas

Por todo esto, vemos imprescindible el trabajo que realizamos las organizaciones de la sociedad civil para sensibilizar a la población sobre el tema de las diversas violencias que viven día a día mujeres, niñas y adolescentes, en el hogar, centros escolares y laborales, así como espacios públicos y que, de alguna manera, se ha normalizado y perpetuado.

Desde nuestros espacios, diversas organizaciones y colectivas hemos venido abonando con nuestro granito de arena, para hacerle frente a la situación de violencia que no nos permite acceder a una vida plena, seguras y felices. En las 8 regiones del estado trabajamos con un enfoque más humano y amoroso, ofrecemos talleres de formación y de producción audiovisual, donde el principal objetivo es nombrar y visibilizar los distintos tipos de violencias, la prevención del abuso infantil, violencia y nuevas tecnologías, autocuidado y sanación. Los cuales dirigimos a mujeres, niñas y adolescentes y, en algunos espacios se incluyen a los jóvenes a quienes también la violencia les atraviesa y quienes forman parte de la solución que nos corresponde a todas y a todos.

Las pantallas del cine comunitario se iluminan de luz violeta, las ondas sonoras de las radios comunitarias y los podcast del ciber espacio, han sido tomadas por la voz de las propias mujeres para hablarnos de sus dolores, sus preocupaciones y sus apuestas para que la situación llegue a revertirse para las mujeres del campo y de la zonas periféricas de las ciudades. Consideramos que hay mucho qué hacer y mucho que decir.

La violencia en números

En Oaxaca, de los más de cien casos denunciados en la presente administración estatal, un poco más del 16 % de los casos de violencia en contra de las mujeres corresponde a delitos sexuales. Estos son datos arrojados en la Plataforma de Violencia Feminicida de Consorcio para el diálogo parlamentarios y la equidad Oaxaca AC. En ella también se documenta que, cerca del 80 % de los casos de víctimas su agresor es una persona desconocida y en el resto de los casos sí se identifica.

Al cierre de esta edición, el conteo de la violencia registra los siguientes números: Delitos sexuales 633, desaparecidas 2390, feminicidios 820, suicidios 135, violencia intrafamiliar 662, violencia política 70. De los casos de feminicidio 101 se han perpetrado desde el inicio de la actual administración, encabezada por Salomón Jara, gobiernos vienen y gobiernos van y ésta situación pareciera no tener solución, ni voluntad para resolverse.

Y así cada 25 de noviembre, fecha en que se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, mujeres de todas las edades: amas de casa, estudiantes, profesionistas, colonas y mujeres de las comunidades de Oaxaca, se vuelcan en las calles donde a gritos reclaman esa justicia que no más no se ven llegar, a pesar de tanto pregón que lanzan a los cuatro vientos los gobernantes de este estado, con frases hechas para atraer turismo como Oaxaca lo tiene todos,… tienes qué vivirlo…” o la de la actual administración donde se autonombra como La primavera oaxaqueña”, o la de la presidencia de la república que machaca hasta el cansancio Por el bien de todos, primero los pobres”… pero no queda más que agregar que por el bien de todas, justicia para las mujeres.

Responder a las problemáticas desde la construcción de alternativas sostenibles

El Istmo de Tehuantepec es una zona especialmente amenazada por los megaproyectos debido a su posición geoestratégica, en la que confluyen intereses empresariales nacionales y extranjeros. Geográficamente es el punto ideal para el tránsito de mercancías entre los océanos Atlántico y el Pacífico, a lo que hay que sumar su biodiversidad. Ante este panorama se vuelve imprescindible para sus habitantes encontrar alternativas que les ayuden a proteger sus modos de vida y su territorio y ese precisamente fue el objetivo de la primera Feria de Alternativas de Cuidados por la Vida que se celebró los días 26 y 27 de octubre en Santo Domingo Zanatepec.

El evento es resultado de un proceso de dos años que inició con la realización de un diagnóstico participativo para priorizar las problemáticas presentes en la región y cuyos resultados se visibilizaron con la gira «Con los pies en el Agua». A lo largo de todos esos meses de trabajo se fue tejiendo una red de contactos con otras organizaciones que tienen tiempo trabajando la generación de energía alternativas y prácticas que cuiden y protejan la vida.

Toda esta iniciativa se enmarca dentro de las acciones comunitarias ideadas e impulsadas por una de los enlaces comunitarios de Ojo de Agua Comunicación en la región del Istmo, que en esta ocasión contó con el respaldo de FUNDAR y la colaboración de las autoridades municipales de Santo Domingo Zanatepec y la Telesecundaria de la colonia Chalaca, que ofreció el espacio en el que se hospedó el evento.

En la feria participaron 8 de esas organizaciones que se han desplazados desde diferentes puntos de la república para compartir sus conocimientos y experiencias con estos métodos alternativos para cuidar la vida. Todas ellas aportaron propuestas de los más diversas que iban desde la generación de energías renovables, a la apuesta por la recuperación de la medicina y saberes tradicionales, pasando por la gestión integrada de cultivos. CAMPO A.C., que mostraron el funcionamiento de varios sistemas de placas solares, estufas de combustión sostenible, lombricompostas y un modo de construcción basado en tierra comprimida; BioRed, que compartieron el uso de biodigestores para convertir en energía los desechos; Fundación Tosepan, que explicó como funcionan su cooperativa y su experiencia en la gestión de energía comunitaria y sus proyecto de co-diseño, co-construcción y co-pilotage de colotecnologías. Sobre la gestión integrada de los cultivos estuvo hablando la PIAP (Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos A.C.), un tema muy vinculado a la gestión y cuidado del agua, el cual abordó la COPUDA, mientras que CESDER se encargó de compartir su trabajo en el ámbito de la educación comunitaria y su importancia a la hora de construir formas alternativas de vida. Por último, Casa de Lodo y los sanadores locales aportaron el punto de vista del autocuidado reivindicando el uso y recuperación de los saberes ancestrales.

El primer día de la feria fue para las y los jóvenes de la Telesecundaria trabajaron en mesas de trabajo sobre cinco temáticas: el agua, la salud, la vivienda, los proyectos extractivos y la educación. Posteriormente, todos los equipos se reunieron en asamblea para compartir las reflexiones, preocupaciones y conclusiones a las que habían llegado en sus grupos.

Por destacar algunos de los comentarios aportados por las y los participantes, el grupo del agua habló de la importancia de reutilizar el agua y de trabajar para la reducción de la contaminación de las fuentes de agua naturales. Una conclusión similar a la que llegó también el grupo que se dedicó al tema de los proyectos extractivos ya que, como explicaron «todos esos proyectos contaminan y llegan al agua, a los ríos, al suelo y al final también a nosotros”.

Se repitió mucho la necesidad de cuidar el plantera para cuidar también el bienestar de quienes lo habitamos, lo que pasa, no solo por el cuidado de la calidad y acceso a un bien tan imprescindible para la vida como es el agua, sino también por encontrar formas más sanas de generar energía sin sustancias tóxicas como el humo de las estufas cuyas partículas acaban en nuestros pulmones, o de cultivar evitando el uso de químicos que contaminan, tanto el suelo, como las verduras, frutas y granos que finalmente acabamos consumiendo.

Además, las y los alumnos posicionaron la educación como una herramienta indispensable para crear consciencia sobre las problemáticas presentes en las comunidades como el rescate de las lenguas indígenas, la emigración hacia las ciudades, las amenazas extractivistas o la preservación del medio ambiente.

Tras esta compartencia, las alumnas y alumnos pudieron empezar a visitar cada uno de los puestos para conocer las diferentes alternativas invitadas, algo que al día siguiente, el sábado 28 hicieron las autoridades municipales de 7 comunidades. «Queríamos que los jóvenes conocieran otros modos de vivir porque son el futuro, pero también necesitábamos que todas estas alternativas llegasen a quienes están tomando las decisiones y pueden hacer un cambio en sus comunidades», explica desde Ojo de Agua Comunicación Mikh Dalia Korey Aquino Álvarez, que se mostró muy satisfecha con el interés mostrado por las autoridades al pasar por los puestos de las diferentes alternativas.

Para cerrar con broche de oro el evento finalizo con la celebración de una velada cultural en el Parque Central de Santo Domingo Zanatepec con los conciertos de la cantante Coyo Licatzin y Adolescentes Banda.

Deconstruyendo los roles de género: Masculinidades no hegemónicas

Los roles de género definen y dibujan nuestra personalidad, ya que dictan cómo debemos ser, cómo debemos comportarnos e incluso cuáles deben ser nuestros gustos de acuerdo a nuestra genitalidad. El feminismo lleva décadas luchando contra la concepción de las mujeres como personas sumisas, dependientes, emocionalmente muy delicadas, etc. Es decir, todo lo contrario al rol masculino, del cual se espera que cargue con el peso de quien lleva las riendas de la sociedad, dominando y liderando cualquier situación que se le presente de forma impasible.

El patriarcado no solo presiona a las mujeres para que se muestren de cierta manera, sino también a los hombres. Para «ser un buen hombre» hay que ser exitoso en el trabajo, tener una esposa y muchos hijos, tiene que ser el que provee económicamente a la familia y, por supuesto, debe bloquear todas aquellas emociones que puedan ser leídas como muestras de debilidad o vulnerabilidad. La lucha antipatriarcal implica también romper con la idea de lo que es «ser hombre», pues por ello pasa el conseguir una verdadera igualdad y una sociedad en la que ninguna persona sea juzgada por mostrarse tal y como es.

Es de este entendimiento, desde donde nace la concepción de «las nuevas masculinidades», como una forma de romper con la idea tóxica de la masculinidad tradicional para construir nuevas formas, mas sanas e igualitarias, de ser y relacionarse como hombre. Sin embargo, es importante destacar que hay muchas visiones que hablan de que resulta muchos más acertado nombrarlas como «masculinidades no violentas», «disidentes» o «no hegemónicas» pues ni son necesariamente nuevas, ni el adjetivo nuevo implica igualitario.

Todo esto ha sido el eje entorno al cual han girado las sesiones del proceso de formación de hombres referentes de género que ha venido desarrollando Ojo de Agua a lo largo de los últimos casi dos años. En los diferentes módulos los participantes han reflexionado a través de diversos módulos en los que se han abordado temas como el amor romántico, la paternidad, la sexualidad etc. El grupo ha estado trabajando la reflexión sobre qué es ser un masculino consciente de sus privilegios, pero también de sus limitaciones y faltas.

Aliados contra las violencias machistas

Acabar con la perpetuación de ideas tan arraigadas como que los hombres no lloran, no cuidan o que tienen que ser siempre fuertes y valientes es imprescindible para acabar con las violencias machistas. Pues entender el ser hombre, desde una mirada mas sana e igualitaria implica aprender a relacionarse tanto con los demás, como con uno mismo de una forma más respetuosa y no violenta.

Mario Bacelis Centeno, socioterapeuta especializado en perspectiva de género, habla de la importancia de que los hombres sean “parte del cambio» .»Es urgente que hagamos la parte que nos toca, de manera contundente», asegura. Lo que implica, ser conscientes de lo que la sociedad patriarcal espera de los hombres, para poder deconstruirlo y ejercer la parte activa que les corresponde en la lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Corresponsabilidad en los cuidados y en el ámbito familiar

Resulta interesante también abordar el cambio que las masculinidades no hegemónicas arrojan a la cuestión de los cuidados. Según los valores masculinos tradicionales, cuidar está estrechamente vinculado al mandar. Durante siglos se ha entendido que el hombre es el «jefe de la familia», siendo el que toma las decisiones y tiene la última palabra.

Las masculinidades disidentes también apuestan por deshacerse de esa idea de cuidar desde la dominación a los que son cuidados. Una concepción que en muchos casos ha significado la justificación de la violencia dentro del ámbito familiar, sea hacia las infancias, sobre las que el ejercer «mano dura» se entiende como una forma de educar; o hacia las mujeres, para reafirmar con ello la superioridad de su rol de cabeza de familia.

Recientemente se ha comenzado a extender el uso del término de «masculinidades cuidadoras». Un concepto que se basa en la idea de que los cuidados son un derecho humano y que, por lo tanto, es labor de todas las personas ejercerlos y defenderlos. Universalizar los cuidados implica que la igualdad de género solo será real cuando hombres y mujeres dediquen el mismo tiempo y hagan las mismas renuncias laborales, personales o de cualquier otro tipo, para hacerse cargo de ellos.

Por lo tanto, el objetivo es caminar hacia unos cuidados corresponsables en los que las mujeres dejen de cargar con el peso de la crianza, las tareas del hogar y también del cuidado a los mayores y las personas dependientes de la familia.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Mujeres rompiendo barreras en las radios comunitarias

Las condiciones de desigualdad entre hombres y mujeres al interior de las radios comunitarias es un tema cotidiano en el quehacer radiofónico, que van desde el como se distribuyen las responsabilidades, el ejercicio del poder, la toma de decisiones, el tipo de contenidos y las capacidades técnicas.

Contar con los recursos materiales, humanos y tecnológicos para una radio comunitaria, es complicado porque de entrada quienes hacen que las radios funcionen lo hacen “de a tequio”, quitando horas a la convivencia familiar, a la jornada del día, así como entremezclarlo con cargos comunitarios y todo lo que implica la vida en la comunidad.

Esto se acentúa, cuando se trata de mujeres radialistas, ya que a todo esto se le suma la crianza de hijas e hijos, el cuidado de la familia, de adultos mayores, los tequios y asambleas de los centros educativos, entre otras tareas más.

El piso no parejo al interior de las radios participativas, ha puesto en desventaja a las mujeres con respecto a sus compañeros, creándose así una brecha tecnológica de género. Entonces, ¿Cómo iniciar el camino o seguir avanzando en uno que nos lleve o al menos acerque, a la creación de condiciones de igualdad entre hombres y mujeres comunicadoras en la radios comunitarias?

Regularmente a las comunicadoras comunitarias dentro de las radios, se les dificulta participar en los talleres de capacitación por los horarios y los lugares donde se dan este tipo de actividades, por la responsabilidad que tienen en casa y la carga que esto significa para ellas.

Así que para hacer posible que lleguen a una capacitación de decidió hacer la planeación en conjunto con las participantes para que se diera en los tiempos que ellas podían destinar, así como generarles las condiciones para que sus hijas e hijos estuvieran seguros durante las actividades , así como acercarse a sus hogares, en caso de que no pudieran asistir al punto de encuentro.

A lo largo de casi 8 meses, viajamos de la planicie de los Valles Centrales a la templada zona de la Mixteca Alta, bajando al nivel del mar de La Costa, en la Mixteca baja y la zona del Istmo de Tehuantepec.

En este proceso participaron 12 mujeres comunicadoras comunitarias de 4 regiones del estado de Oaxaca, quienes forman parte de colectivos y radios comunitarias.

Como resultado de los talleres se realizaron 13 producciones radiofónicas utilizando todos los géneros radiofónicos, donde se abordan temas como: roles de género, cocineras tradicionales, medio ambiente, diversos tipos violencias y alcoholismo.

Cada mujer es una historia con sueños, vivencias, dolores, sin sabores, alegrías y esperanzas. Las une el hecho de ser mujeres, querer una vida mejor, el amor por su comunidad, la pasión por la radio y el tener mucho qué contar.

Ellas son Linda, Gabriela Sheyla, Jazmin, Patricia, Rosario, Madai, Magda, Roselia, Susana. Rebeca y Luz Daniela, quienes se comprometieron a formar parte de esta experiencia de formación y ser las mujeres que quieren romper barreras al interior de las radios comunitarias en Oaxaca.

El sueño de Patricia…

Patricia mujer zapoteca de 35 años habitante de Santa Ana del Valle, nunca había tenido contacto con las herramientas para hacer radio, sin embargo la radio forma parte de su vida cotidiana, le acompaña en las mañanas en su cocina al echar tortillas, preparar el desayuno para su familia y en el trabajo del campo, junto a su marido.

Es madre de dos hijas y 2 hijos uno de tan solo 2 años, quien le acompañó a las sesiones, cuando no tiene quién lo cuide. Dentro de la sesión se le acondicionó un espacio con libros, jugos didácticos, libros y material para pintar.

A pesar de ser muy joven, el contacto con la tecnología era muy escaso y se tuvo que empezar de cero, desde el encendido de una computadora, la grabadora de voz, la elaboración de un guión, y programa para editar audio.

Ella tuvo el deseo de seguir estudiando, pero esto no le fue posible por falta de recursos económicos, muy joven se casó y formó una familia.

El sueño de Patricia es que su hija Ángela, sí pueda tener la oportunidad de estudiar al igual que su otra hija y que los roles de género ya no formen parte del diario vivir de su comunidad y de eso trata su producción radiofónica. La cual construyó desde la creación de sus personajes, la historia, el guión, grabación y edición.

La sanación de Magda…

Corre el audio de la producción de Magda, ella respira y cierra los ojos. Es la sesión de escucha de las producciones que se realizaron en la región del Istmo.

Hay una pequeña sonrisa entre nervios y satisfacción, escucha atenta el resultado del trabajo final de su producción, donde ella abordó un retrato muy íntimo de una mujer que, a pesar de las adversidades de la vida, logra transformarse y sanarse.

Magda de 49 años habla sobre el porque del tema de su producción “fue sacar lo que una trae dentro para que al momento de que otras mujeres escuche la historia y que estén viviendo o hayan vivido esa situación sepan qué hacer y busquen ayuda, con un círculo de apoyo, atención psicológica. A mí me ayudó bastante la radio en el proceso de salir de esa situación, porque mi mente estaba enfocada en algo positivo”.

 

La fortaleza de Rosario…

Todos los días Rosario se levanta antes de que despunte el sol, hace frío en Santa María Yucuhiti, lugar de donde es originaria.

En el pasado, migró a Estados Unidos, donde se casó y formó una familia. Después de salir de un círculo de violencia intrafamiliar, regresa a su pueblo a enfrentarse a una vida complicada para intregrarse de nuevo a su comunidad.

Con la responsabilidad de sacar adelante a su hija e hijos, hace tortillas para vender, cuida la familia, cumple con un cargo comunitario como policía comunitaria por el cual, no percibe un pago y se da tiempo para desarrollarse de manera personal, y eligió la radio como medio para aportar algo más a su comunidad.

Para Rosario, es muy preocupante que el alcoholismo esté tan presente en su comunidad y cada vez más en los jóvenes, “Considero que es un tema que puede ayudar el comunicar a los jóvenes, a través de la radio, que es un vicio y que se supiera que en la comunidad hay personas que han fallecido por el consumo del alcohol, y que el factor principal para que la violencia se de es el alcohol. Y ver que en testimonio de una persona, si se puede dejar de beber y seguir adelante”.

En fechas próximas, se hará el lanzamiento de la serie completa resultados de esta capacitación, donde se podrá disfrutar de las historias hechas por mujeres comunicadoras y que se estarán compartiendo en este mismo medio.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

EL PRESENTE Y FUTURO ENERGÉTICO EN MÉXICO: ENTRE LAS ENERGÍAS “LIMPIAS” Y HACIA LA AUTOGESTIÓN COMUNITARIA

Hemos llegado a un punto en donde la crisis planetaria es innegable y todavía falta mucho por hacer en la modificación de nuestro modo de vida y adaptarnos a las nuevas condiciones planetarias: temperaturas cada vez más altas, lluvias descontroladas, intensas sequías, derretimiento de los polos, elevación del nivel del mar y como consecuencia del desequilibrio ecológico: plagas, nuevas enfermedades y un lamentable y largo etc.

Es innegable ver a la vuelta de la esquina el final de la era del petróleo, el cual permitió una forma de vida y de consumo no pensado para ser sostenible a largo plazo, y todavía queda pendiente la factura por todos los daños debido a su alta contaminación, entre otros efectos no solo ambientales sino sociales.

Ante el declive del uso de energías no renovables se han desarrollado y hecho apuestas hacia las energías verdes y limpias, cuyo resultado ha variado dependiendo de cada lugar. La historia ya nos ha confirmado que todo paquete tecnológico va mas allá de la tecnología en sí, no podemos dejar a un lado que hay condiciones ambientales, políticas, sociales y económicas que deben tomarse seriamente en cuenta, de otro modo la importación de energías alternativas puede ocasionar más problemas que soluciones.

Los modelos de energía alternativa en México: el lado obscuro de las energías verdes

En el caso de México, diversos institutos y organizaciones sociales han estudiado y analizado los pros y contras de la política de la 4T en el tema energético, algunos han señalado aciertos: como dar prioridad a las empresas estatales (CFE y PEMEX), sin embargo como ya mencionamos, el petróleo es un recurso limitado, llegará un momento en que extraerlo sea más costoso y entonces dejarán de producirlo, además, dependemos ahora tanto de él que hay que aceptar que la transición debe ser paulatina.

En el caso de las llamadas energías verdes, en nuestro país hay convenios económicos firmados hace sexenios atrás que obligan a seguir dando beneficios especiales a grandes empresas privadas y extranjeras para la producción energética, lo que les otorga por ejemplo, que pueden consumir mucha energía pero hay poca distribución de la riqueza en relación a lo poco que pagan de impuestos.

Existen además otros señalamientos desfavorables de la política energética actual: proyectos que carecen de apropiadas consultas a la población o hasta despojo, falta de información clara, contratos que no favorecen a los pobladores y además la lista sigue en términos de si realmente hablamos de tecnologías limpias y verdes, pues en el caso de la energía eólica existe la presencia de contaminación acústica y el derrame de residuos tóxicos en el suelo, el agua, etc.

Pero quizá el punto más preocupante de las llamadas energías verdes y limpias, es que es una tecnología que depende de elementos como el litio, cobre, plata, barita, titanio, tierras raras, níquel, etc, los cuales se extraen de la minería, cuya actividad económica es inequitativa en términos de distribución de ganancias, extremadamente dañina para el medio ambiente y con graves efectos a la salud para la población cercana.

Entonces, vale la pena preguntarse qué camino estamos tomando en el uso de la energía. En condiciones donde hay extractivismo y corrupción, las energías verdes pasan a ser más como un tipo de “mercado verde” donde se sigue poniendo como objetivo principal el crecimiento económico, lo que da como resultado múltiples efectos negativos socioambientales como: migración, salud y conflictos sociales.

En búsqueda de la autonomía energética comunitaria

Aunque no son ampliamente conocidas, pero desde hace varios años existen experiencias de autogestión energética comunitaria en nuestro país, en donde están transitando hacia responder a las necesidades locales y tener un gran impacto en sus territorios. Algunas de estas experiencias como de la Cooperativa Tosepan Titataniske en la Sierra Nororiental de Puebla, tienen como base el ordenamiento territorial, así como la organización comunitaria y la creación de proyectos y empresas sociales como cooperativas. Es importante mencionar que esta experiencia de autogestión energética va ligada a su largo trabajo previo en la búsqueda de la autonomía en la alimentaión, salud, educación, comunicación, etc.

Vale la pena observar que la experiencia de la Tosepan tiene en común con otras el poner al centro el cuidado de la vida con el uso de tecnologías adecuadas a cada región, comunidad y cultura. El estudio y difusión de este tipo de experiencias en un tema indispensable para el presente y futuro del manejo energético en el país, el cual valdría la pena tener una posición muy bien informada, clara y propositiva sobre todo por el cercano periodo electoral que estamos entrando.

Las tareas pendientes y las acciones desde la sociedad civil

En junio del 2022 se dio un importante encuentro donde 25 organizaciones de la sociedad civil dialogaron y debatieron sobre los balances y proyecciones a 20 años del pico del petróleo en México. Como resultado de este primer evento fue la creación de una serie de acciones coordinadas en donde más organizaciones se han sumado con el objetivo de impulsar y amplificar las políticas para la eliminación planificada de los hidrocarburos de la matriz energética con miras a la construcción de salidas ante la crisis climática.

Este encuentro de esfuerzos llamado México sin Fósiles, tiene como siguiente evento una semana de incidencia entre el 22 y 25 de agosto de este año, en la cual se llevarán acabo diversas actividades principalmente en la CDMX y en algunos estados de la república, con el objetivo de seguir analizando la transición energética del país, problemáticas y planes de acción.

Nos queda estar pendientes de los avances que este tipo de inciativas han surgido en México y por su puesto seguir reflexionando de manera crítica sobre nuestros hábitos de consumo a nivel personal y colectivo. El cambio en el planeta que estamos viviendo es innegable, nos resta preguntarnos si estamos preparadas y preparados para asumir lo que va a suceder.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Jóvenes indígenas y expresión de la diversidad sexoafectiva

Hablar de diversidad sexual en las comunidades indígenas resulta complejo, pues no existen datos oficiales que ayuden a ilustrar la diversidad existente. Si bien es cierto que cada vez hay más instituciones y organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos de las personas LGTBIQ+, es innegable que continúa habiendo prejuicios y discriminación hacia aquellas personas con una orientación o identidad sexual diversa. «Las cosas han cambiado mucho desde hace unos años, pero sigue siendo un tema complicado, especialmente para los jóvenes», cuenta un jóven indígena. Al igual que el resto de personas que han ofrecido su testimonio para la realización de este artículo, él prefiere mantenerse en el anonimato, lo que resulta ilustrativo, ya que es un ejemplo de la incomodidad que para muchas personas indígenas supone todavía hablar abiertamente de estos temas.

«En las comunidades identificarse con un género o tener una orientación sexual diversa añade a los jóvenes una presión extra, ya que se impone el deber de seguir lo que se espera de ellos en lugar de ser fieles a ellos mismos» explica este jóven, que destaca la importancia de creear espacios seguros en los que los niños y niñas puedan expresarse y hablar con libertad. «El entorno es muy importante, los adultos tienen que aprender a escuchar y entender las diversidad, porque si no es muy complicado que los chavitos y las chavitas sientan que pueden hablar sin miedo de como se sienten».

«Yo ahora me puedo identificar como hombre gay», cuenta otro jóven que, sin embargo, dice no haber conseguido dar el paso de compartir su orientación sexual con su entorno. «Sigue siendo un tema tabú en mi vida. Todavía no doy el paso de hablarlo» explica. Compartirse abiertamente como parte del colectivo LGTBIQ+ supone en muchas comunidades convertirse en foco de atención. «La violencia no es únicamente física, también es psicológica. Hay insultos, señalamiento… Llamar la atención y sentir que la gente opina no es algo para lo que todas las personas estamos preparadas». Romper con lo que la sociedad espera de ti significa exponerse al juicio público y a posibles situaciones de violencia y discriminación, pero esto se intensifica aún más cuando hablamos de contextos menos poblados, donde todo el mundo se conoce, y en los que la tradición y la religión tienen una fuerte presencia en el ideario colectivo. «En mi casa, las enseñanzas de la iglesia han estado siempre ahí, y eso me ha afecto y me afecta. Desde niño lo que me han dichos es que si soy un hombre me deben gustar las mujeres y que lo contrario está mal», cuenta este mismo jóven que asegura que durante muchos años creció creyendo que tenía que forzarse a responder a lo que su comunidad esperaba que él fuera.

«Es un proceso muy personal y es diferente para cada caso», comenta otro joven sobre lo que comúnmente se denomina como «salir del closet». Hay quien prefiere hablarlo sólo con parte de su círculo y otras que, por el contrario, deciden compartirlo y expresarlo abiertamente con todo el mundo. «Al final es una forma de represión. Vives reprimido y ocultando siempre una parte de ti», continúa y asegura que para él lo más importante es garantizar que todas las personas crezcan y vivan sintiendo que su entorno es seguro. «Las personas adultas tienen que aprender a escuchar y entender las diversidades.»

En este sentido, muchas personas que han investigado y reflexionado sobre la situación de las personas LGTBIQ+ en las comunidades indígenas, señalan la importancia de que exista una educación para la sexualidad, un concepto que va más allá de lo que tradicionalmente se entiende como educación sexual y que persigue el empoderamiento de las personas en la expresión de su diversidad sexo-genérica y erótico-afectiva para que ellas mismas proclamen y reclamen el respeto a sus derechos. «Darles confianza para que ellos sean libres, esa es la clave».

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Aportes desde las radios comunitarias hacia la eliminación de la discriminación por la diversidad sexual

Las y los radialistas comunitarios saben que tienen en sus manos y voces, una enorme responsabilidad: dar un servicio a sus comunidades. Este cargo implica entre otras cosas, estar en constante capacitación no sólo técnica, si no también de formación la cual responda a las múltiples de necesidades que sus regiones requieren.

Es por ello que desde sus cabinas y micrófonos, las radios comunitarias tienen un papel muy importante en la construcción por un mundo sin violencia en cualquiera de sus formas: desde la defensa y el cuidado del territorio, los derechos de las niñas, niños y mujeres, y por su puesto, una mirada informada, clara y propositiva hacia la prevención y eliminación de la discriminación por la diversidad sexual.

 

La discriminación: un juego en donde todas y todos pierden

La discriminación parte de la idea de que una cosa es mejor que otra, es creer que hay personas que valen más que otras debido a su apariencia como el color del piel, si es hombre o mujer, por su edad, grado escolar, descendencia cultural, por el lugar donde nacieron, su idioma, capacidades, estado de salud, y por supuesto, por su orientación sexual, identidad de género o características sexuales diversas.

Debido a lo anterior, las personas lesbianas, gay, bisexuales, trans e intersexuales (comúnmente conocidas como comunidades LGBTI) son afectadas en diversas formas y limita su desarrollo y potencial. Esta situación suele comenzar desde su hogar, ambientes donde sufren el rechazo de sus propios familiares y por ende tienen dificultades para expresar plena y libremente su orientación o identidad sexual. Esta no aceptación ocasiona falta de confianza y distanciamiento que repercute en las personas y sus familias a lo largo de su vida.

Sin embargo las afectaciones por el rechazo e incluso burlas, amenazas y hostigamiento están presentes también en el ámbito público, esto es: en la escuela, lo que puede dar como consecuencia la deserción escolar; y en el trabajo, lo que puede ocasionar ostilidad en el ambiente laboral, disminución de su productividad, no poder desarrollar su carrera profesional y hasta la pérdida de su aunonomía económica.

En México, seis de cada diez personas LGBTI consideran que su orientación sexual ha sido un obstáculo para acceder a un empleo… El 70% de los mexicanos LGBTI que tienen un empleo perciben que no reciben el mismo trato que sus compañeros heterosexuales.

Así mismo hay discriminación en todas las demás áreas de la sociedad, incluidas la iglesia y en las instituciones, lo que les dificulta el acceso a servicios como la salud por ejemplo.

La discriminacion por lo tanto, es un daño de múltiples dimensiones en donde toda la sociedad es afectada, pues desaprovecha las capacidades y aportes de las personas, deja huellas y afectaciones importantes, tal como problemas de autoestima, desórdenes alimenticios, aislamiento, e incluso la aversión puede elevarse hasta el acoso y la muerte.

«Diversas organizaciones señalan que en los últimos cinco años se han producido unas 459 muertes violentas de personas LGBTQ+ en México. Solo en 2020, asesinaron a 79 personas, es decir, unas 6.5 por mes».

«En Oaxaca, entre el 2015 hasta abril del 2022 iniciaron 34 indagatorias por diversos actos de discriminación hacia personas de la comunidad LGBTTTIQ+, según la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO)»

 

Ser indígena y gay, la doble o hasta triple discriminación

Según la Encuesta Nacional de Discriminación (Enadis) y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Oaxaca es uno de los estados donde hay más prevalencia de discriminación por la orientación sexual, y según las autoridades, el estado tiene sólo el 42% de acepación hacia la homosexualidad.

Este alto índice hace que las personas LGBTI en nuestro estado y en especial en comunidades indígenas estén inmersas en ambientes con un alto riesgo a ser violentadas, ya que además de ser discriminadas por su descendencia cultural son marginadas por su orientación sexual. Esta doble “capa de rechazo” puede ir en aumento si por ejemplo hablamos del caso de una mujer que además es indígena, pobre y lesbiana.

La presencia de esta discriminación puede tener su origen en las propias conductas heteropatriarcales que existen dentro de las comunidades tradicionales, en las cuales los roles de cómo deben ser las mujeres y los hombres están muy definidos. Desde muy pequeñas por ejemplo, muchas niñas no tienen mayor opción que ayudar a sus madres y abuelas a permanecer en casa para cocinar, limpiar y cuidar, mientras que los niños deben seguir las expectativas de cómo deben ser los hombres: fuertes, rudos, capaces de todo sin mostrar debilidad y atados a conductas muy específicas:“Eres hombre y los machitos no lloran”. No cumplir con estos mandatos sociales suele ser muy sancionado con fuertes burlas, más aún, si una persona no se comporta “como debe ser un verdadero hombre” por ejemplo.

Las personas que no son aceptadas por su orientación sexual viven situaciones en las que no pueden vivir cómodamente, se alejan de sus círculos familiares y de amigos por miedo al rechazo, castigo o burla, por lo que son a menudo obligados a casarse o bien hasta de huir de sus comunidades.

 

El papel de las radios comunitarias ante la discriminación

Los medios de comunicación comunitaria pueden contribuir en la prevención de los diversos tipos de discriminación que existen en sus comunidades, y uno de los primeros pasos sería visibilizar la existencia de estas situaciones y hablar de ellas de la manera más abierta e informada posible. Es importante por ello partir desde la reflexión y análisis de cómo es su comunidad, los tipos de violencia y discriminación que existen, qué tan arraigadas son las costumbres y tradiciones sobre los roles de género, quienes son las y los directamente afectados y cómo existen también afectaciones hacia todo el resto de la comunidad.

Las radios comunitarias pueden aportar en la visibilización del problema como en la elaboración y difusión de programas que incluyan temas sobre educación sexual y los contextos legislativos, así como poner atención en el contenido de la música, conscientes que dentro de ella se pueden difundir mensajes que promueven y refuercen la violencia y la homofobia.

Y quizá un paso previo muy importante, el reconocer dentro del propio equipo de la radio qué tan dificil es hablar sobre estos temas, cuáles son sus obstáculos personales, qué ideas se tienen en conjunto, y la creación de protocolos internos que ayuden a visibilizar conductas discriminatorias en cualquiera de sus formas y evitar que esté presente entre sus propias compañeras y compañeros.

Aunque no es un camino fácil debido a los fuertes arraigos sociales y culturales que existen, es impresindible ir trazando una ruta clara y de acción concreta dentro de las radios comunitarias para ir construyendo otras formas de convivencia libres de violencia y de discriminación.

 

Entendemos como diversidad sexual a las di­versas formas de expresar la afectividad, el erotismo, el deseo y las prácticas amorosas, así como de asumir identidades y preferen­cias que no se limitan a lo que conocemos como heterosexualidad o a las relaciones de pareja entre hombres y mujeres, es decir, se refiere al universo de posibilidades de asumir y vivir la sexualidad.

 

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Mujeres indígenas y feminismo comunitario

No existe una única forma de lucha antipatriarcal y es dentro del reconocimiento de esa pluralidad de feminismos, ligados a la diversidad de contextos, situaciones y violencias que sufren las mujeres, desde donde ellas mismas, hablan del feminismo comunitario. Una propuesta surgida desde las propias comunidades originarias y que entiende que, en las mujeres indígenas reside el valor y la valentía de sus ancestras, de las cuales se sirven para hacer frente a las múltiples opresiones que condicionan sus vidas. «Nosotras pensamos que nuestras abuelas fueron feministas porque hicieron un cambio en nuestra comunidad para lograr que hoy las mujeres tengan una participación política como nosotras», explica Silvia Gabriela Hernández, sanadora tradicional originaria de la comunidad de Bajos de Coyula en Huatulco.

Maricela Zurita, educadora y comunicadora comunitaria chatina originaria de San Juan Quiahije, define el feminismo comunitario como una corriente que «parte del reconocimiento como mujeres de nuestros cuerpos como el primer territorio que habitamos y de la dignidad de todos los cuerpos presentes». Hace referencia con esto a otro de los ejes centrales de esta propuesta, el concepto cuerpo-tierra, pues entiende que las mismas opresiones que el capitalismo y el patriarcado ejercen sobre los cuerpos de las mujeres, las ejercen sobre el territorio que ocupan. «Hablamos de contribuir a la mejora de nuestro contexto y entorno sin que eso implique la explotación de nadie, pero ese nadie incluye a nuestras compañeras, a nuestras infancias, a las plantas, a los animales…», cuenta Maricela.

Maricela, durante mucho tiempo, pensó que necesitaba salir de su comunidad para alejarse de todas las violencias machistas que veía en su entorno y cuenta que fue cuando lo hizo cuando se dio cuenta «no solo que fuera de la comunidad también se vivían violencias, sino que además ser chatina nos sumaba violencias». Cuenta que fue al llegar a Oaxaca para una formación y encontrarse con otras mujeres indígenas cuando dio el paso de reconocerse dentro del feminismo y de entender que el contexto comunitario tiene su propias particularidades. «Me sorprendió que todas éramos de diferentes pueblos indígenas, pero todas estábamos en situaciones muy similares», y explica que a partir de ahí tanto ella como sus compañeras empezaron a darse cuenta de como esas particularidades necesariamente iban a reflejarse en sus discursos. «Nos dábamos cuenta de que quienes nos daban esa formación en género, al no ser de comunidades indígenas, no tenían consciencia de nuestras realidades comunitarias y a partir de ahí tuvimos que entender que cosas aplicaba y cuales no a nuestros contextos para poder armar nuestra propia reflexión»

El contexto y la articulación de las luchas atendiendo a las realidades propias es clave para entender el feminismo comunitario. «El contexto importa y nuestro contexto es el contexto indígena», asegura Priscila Mendoza Cruz, una joven chatina que hace apenas un año se movió desde su comunidad, San Juan Quiahije, a la ciudad de Oaxaca para estudiar Derecho y cuenta que es precisamente el haber crecido en el contexto comunitario lo que la ha llevado a interesarse por la divulgación y defensa de los derechos de las mujeres y de las niñas. «Yo me encuentro en una situación de violencia intrafamiliar en la que veo denigrados mis derechos y lo que siento es que es injusto y que esto me pasa a mi por el hecho de ser mujer y que igual que a mí, le pasa a muchas otras», relata Priscila sobre su infancia. «Hay muchas mujeres que viven las violencias, pero no lo dicen y tampoco saben a quien acudir» cuenta Priscila, pero para muchas otras, es precisamente el haber atravesado situaciones de violencia o haberlas visto en su entorno lo que, como a ella, las ha llevado a la lucha antipatriarcal.

Evitelia Pacheco Ramirez, es una mujer Mixe originaria de la comunidad Emiliano Zapata en San Juan Cotzocon. Actualmente se dedica, a través de la Red de Mariposa de Mujeres Mixes a ayudar a otras mujeres que, como ella, han sufrido algún tipo de violencia o han visto de alguna forma vulnerados sus derechos y se reconoce dentro del feminismo comunitario porque cree que «el tipo de violencia que se vive en las comunidades y las realidades a las que nos enfrentamos las mujeres indígenas son diferentes a las que se viven en la ciudad». «Las propias mujeres en las comunidades somos las que normalizamos las violencias y no decimos nada cuando algo pasa porque se nos ha dicho siempre que las cosas son así, que es lo que nos toca, pero no lo es», reivindica Evitelia y que no tiene dudas de que si la vida de las mujeres en comunidad es diferente a muchos niveles, su forma de enfrentar las violencias que sufren también debe serlo.

¿Por qué es importante nombrarse feminista?

«Muchas veces las mujeres en comunidad no se nombran feministas», señala Silvia Gabriela Hernández. Este es el caso de Priscila Mendoza quien afirma no sentirse, al menos de momento, «completamente cómoda con término» y prefiere definirse simplemente como «una mujer chatina que está aprendiendo e indagando y que desea e intenta trabajar y contribuir para que todas las mujeres conozcan sus derechos y puedan tener una vida libre de violencias».

El autorreconocimiento o no como feminista o como feminista comunitaria es, de acuerdo con Maricela, resultado de un proceso que cada una vive a su manera. «En mi caso, supe reconocerme y darme nombre cuando llegué a Oaxaca a una formación en la que me junté con otras compañeras que venían de otros pueblos indígenas y me di cuenta de que todas habían vivido situaciones similares a de la que yo venía huyendo», cuenta Maricela.

Pese a entender que «la palabra feminismo es una forma de lucha en sí misma», Silvia Gabriela Hernández, reconoce que lo verdaderamente importante son las acciones y las luchas. «Toda mujer que lucha, que construye, que piensa en un cambio positivo para la sociedad, para mí es considerada feminista y no importa que se reconozca o no bajo esa etiqueta». En esta línea, Silvia recuerda que el feminismo comunitario reivindica, reconoce y persigue la continuidad de lucha de las ancestras. «Nuestras abuelas, sin saberse feministas, lucharon contra el patriarcado y lograron cambios en nuestras comunidades y, al final, hablar del feminismo en comunidad significa retomar nuestras raíces y reivindicar desde ahí lo que las mujeres indígenas somos».

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

El Agua: desafío global, acciones locales desde el Istmo

Aunque no lo tengamos presente todo el tiempo, sabemos que el agua es un elemento indispensable para la vida, diariamente necesitamos de su consumo para nuestra propia sobrevivencia y de la diversidad biológica. Lo que quizá no sepamos con claridad -y por ende no actuemos conforme a ello-, es que además de nuestras necesidades de consumo e higiene, toda la industria y modelo económico también dependen del agua, de hecho, de grandes y agigantadas cantidades diarias del vital líquido.

Por ser un elemento indispensable para la vida, el agua es un derecho de todas y todos, sin embargo, ésta no está disponible de igual forma; es decir, la distribución del agua es discriminatoria: la ausencia de infraestructura hace que de los 8 mil millones de personas que somos actualmente en el mundo, 2,200 millones no cuenten con servicios de agua potable de forma segura*.

Aunque el escenario a nivel mundial es abrumador, no habrá manera de enfrentar el problema sino tenemos como punto de partida la situación concreta de cada país y cada región. Su análisis y acciones de acuerdo a las propias condiciones de cada territorio es una tarea que nos corresponde a todas y todos.

En este espacio compartimos la experiencia de una iniciativa por parte de jóvenes, organizaciones civiles, estudiantes, académicos y diversas personas de distintas comunidades desde el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, que se han unido en la Gira: “Con los pies en el agua”, la cual ha comenzado desde una exploración de la situación del agua en la zona, para continuar difundiendo sobre su problemática y alternativas que ayuden a frenar el problema a nivel regional.

 

Frente a una crisis apremiante y a nivel mundial

Para darnos una idea del porqué abordar el tema del agua y la transcendencia de los proyectos locales entorno a ella, tenemos que comenzar por repasar un poco sobre la disponibilidad que tenemos y el uso que le damos al agua a nivel mundial.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona requiere 100 litros de agua al día, detrás de cada aparato, actividad o incluso cada alimento, hay una gran cantidad de agua que se necesitan para su producción. Por ejemplo: una hamburguesa requiere: 2,400 litros de agua, una computadora: 37,800 litros, confeccionar unos pantalones de mezclilla: 7,500 litros del vital líquido -lo equivalente a lo que bebe una persona promedio en 7 años-. Imaginemos entonces la cantidad que necesita toda la industria, la minería, las grandes presas hidrológicas, los riegos para los alimentos, etc. Recordemos que aunque el 70% del planeta es agua, sólo el 0,025% es potable.

Sumado a la escacés por su gran demanda, debemos sumar los fenómenos como la deforestación y la contaminación por la industria, lo cual hace que 9 de cada 10 desastres naturales se relacionen con el agua. En este escenario, las regiones más pobres son las más vulnerables.

La Gira: Con los Pies en el agua: conociendo el problema, construyendo soluciones

A pesar de la alta riqueza biológica que hay en Oaxaca -debido en parte a su propia diversidad cultural de los pueblos indígenas que ahí habitan- es innegable cómo el problema del agua ha ido en aumento en las distintas regiones del estado, tanto de escasez y de contaminación.

En concreto en el Istmo de Tehuantepec, el agua que diariamente consumen sus habitantes se origina en la Sierra Madre del Sur y en la Sierra Juárez, y alimenta la presa Benito Juárez, da servicio a la refinería de Salina Cruz y llega también a las lagunas de Juchitán. Lamentablemente, los ríos de esta zona se han utilizado como drenajes, además, la presencia en aumento del comercio y empresas como los parques eólicos, refinería, hoteles y los desechos químicos de los hospitales, han hecho del agua un importante foco de contaminación.

En respuesta a esta situación, a finales del 2022 se formó un equipo de diversas organizaciones sociales como Ojo de Agua Comunicación y el Centro de Derechos Humanos Tepeyac, las radios comunitarias Radio Guluchi de Zanatepec y Radio Jowa de San Mateo del Mar, así como estudiantes de las Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO), catedráticos, docentes, autoridades y diversas personas interesadas en este tema, quienes han comenzado por la realización de un diagnóstico que permita conocer y difundir la situación del agua en la región.

En este primera etapa se realizó una gira llamada “Con los pies en el agua”, cuyo propósito fue visitar y documentar la situación del agua en 3 zonas culturalmente muy importantes: los chimalapas, los zapotecas y los Ikoots. Por su estratégica ubicación se comenzó el diagnóstico en 5 comunidades de la región: San Mateo del Mar, San Miguel Chimalapas, San Francisco del Mar Pueblo Viejo, Santo Domingo Zanacatepec y San Pedro Tapanapetec. Durante varios meses habitantes de distintas edades y ocupaciones compartieron diversos materiales a través de textos, audios, videos y fotografías, manifestando la importancia que tiene el agua para sus habitantes, como viven la situación del agua, cómo la usan, las causas y consecuencias de su problemática.

Con todos estos materiales, el equipo ha logrado recopilar y difundir las preocupaciones sobre este tema, el cual se ha encontrado mucho más alarmante de lo que se imaginaba: En muchas comunidades sólo tienen acceso al agua por sólo una hora a la semana o cada tres días, en otras no la tienen. Se manifestó también que los rios están cada vez más secos y que existe un mal manejo de la basura que ocasiona contaminación tanto del suelo como al agua. Pescadores han denunciado que ya no pueden realizar sus actividades como antes, pues los peces mueren o se alejan mucho.

Como siguiente etapa de esta campaña, se seguirá convocando a más centros educativos, agentes municipales y a todas las personas interesadas en este tema, para que en los siguientes meses se continúe difundiendo información a través de más encuentros, talleres, pláticas, etc. y se espera que para el mes de octubre se realice una feria de alternativas para la vida y  cuidados del agua para dar a conocer otras formas de su cuidado tales como la captación de agua de lluvia y otras ecotecnologías que sean viables y apropiadas a la región y a cada comunidad.

Aunque los esfuerzos del cuidado del agua deben ser atendidos como prioridad desde nuestro consumo diario y a nivel personal, es indispensable seguir alertas ante las políticas públicas que impactan en las localidades y que facilitan la instalación y crecimiento de industrias y empresas, quienes mayormente afectan en las regiones con mayor vulnerabilidad y recursos naturales, tales como el Istmo de Tehuantepec.

Seguiremos atentas y atentos a las demás actividades que continuarán en esta gira durante los siguientes meses, con la idea de hacer visible la situación del agua y sus cuidados, desde nuestras actividades diarias y en respuesta a la crisis que se avecina a nivel mundial.

* (OMS/UNICEF 2019).

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

«Seguimos en resistencia por un buen vivir», II Fiesta de Medios Comunitarios

“La lucha que estamos haciendo en México, también se está haciendo en otros países. En esta segunda Fiesta de Medios, estamos viendo que la lucha también está aquí en Guatemala, está en Panamá, en Honduras y en todos los demás países, porque nos enfrentamos a un sistema.”

La fiesta de la palabra, el pensamiento y las luchas diversas llegó a Guatemala, 40 mujeres y 31 hombres  habitantes de los Pueblos originarios del Abya Yala, provenientes de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Panamá, acudieron al llamado para compartir la voz, el sentir y el pensar, en la nueva emisión de la II Fiesta de Medios Comunitarios.

Las voces k’iche’, mam, q’eqchi’, kaqchikel, tz’utujil, tzotzil, zapoteca, náhuatl, garífuna y mixteco, se escucharon durante los días 19, 20 y 21 de abril.

El ambiente se inundó de humo de copal y las velas se encendieron invocando a los cuatro rumbos, de acuerdo a la cosmovisión maya.  Es el inicio de las actividades, con esta ceremonia impregnada de misticismo se honra a las abuelas y los abuelos, se les pide su luz y que guíen el pensamiento y la palabra . Se ofrenda a la energía del Aire, del Agua, del Fuego y de la Madre Tierra.

La bienvenida estuvo a cargo del país anfitrión, Guatemala, en la voz de Yamanik Cholotío, Walter Cuc y Juan Pablo Montenegro.

Hay que recordar que, la primera edición de la I Fiesta de Medios comunitarios fue en el 2018 en Cuajimoloyas, Oaxaca, México. Acordando al finalizar esta primera emisión darle seguimiento en alguno de los países ubicados en el Centro y sur de la región. Por situaciones de agenda y por motivos de la pandemia, la fecha se vino posponiendo hasta llegar a esta segunda emisión de Guatemala en el 2023.

El objetivo de esta Fiesta de Medios Comunitarios, fue generar un espacio de intercambio de saberes y compartencia entre las y los participantes.

Esta celebración reunió a comunicadoras y comunicadores comunitarias y populares, personas defensoras de derechos humanos y representantes de organizaciones  sociales, que realizan su labor en Mesoamerica, quienes reflexionaron a través del intercambio de saberes y experiencias.

“… a nuestras juventudes les quieren borrar lo que es su historia, y el que borra su historia va a ser esclavo.”

 

Kaji Tulam / Para no olvidar  

Las actividades dieron inicio con la visita a la Casa de la Memoria Kaji Tulam (Para no olvidar), del Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos, un lugar interactivo donde se reconstruye la memoria histórica de Guatemala, que ofrece una propuesta visual de memoria, verdad y justicia que hace frente a un discurso de odio de un Estado racista, patriarcal y clasista. Y que nos invita a no olvidar para que la historia no se vuelva a repetir.

La realidad social y política que se vive en los países participantes, han abonado al incremento de las diversas formas de violencia y al aumento de la desigualdad, que repercute en la insotenibilidad de la vida, incrementa las migraciones masivas, la criminalización de las luchas, el repunte de la violencia feminicida y el avance de la imposición de los proyectos extractivistas.

El trabajo de reflexión colectiva, lo abrió Freddy Herrarte, de la Iniciativa Geopolítica Crítica de Guatemala, con el tema Crisis del capitalismo neoliberal.  El segundo momento estuvo a cargo de Eleana Borjas Coello, de Radio Progreso de Honduras y Mercy Mulato de ARPAS El Salvador, con el tema  Prácticas organizativas – Buenas prácticas de la comunicación comunitaria. Otro tema en el que profundizaron, fue la Comunicación Popular como instrumento: La apuesta por sostener el corazón en lo organizativo, a cargo de Sharon Pringle, del Eje Feminista de la Red Alforja de Panamá.

En mesas de trabajo analizaron las coincidencias que tienen todos los territorios, en cuanto a la criminalización de las luchas en contra de las personas que defiende sus bienes naturales de los proyectos extractivistas, como las mineras, los monocultivos, las hidroeléctricas, entre otras. También señalaron la promoción que los gobiernos hacen de leyes regresivas en materia de derechos humanos, lo cual pretende silenciar y limitar la libertad de expresión.

“Como medios comunitarios sabemos que le estamos haciendo una lucha en los diversos territorios”

 

Tianguis Cultural y Cine Comunitario

A donde quiera que vamos llevamos con nosotros nuestra forma de vida, nuestra cultura e identidad como una segunda piel, en esta ocasión fue para compartir.

El Centro Cultural Casa Q’Nill, abrió sus puertas para El Tianguis Cultural, un espacio donde  cada país mostró algunos productos que viajaron junto con ellos: bebidas ancestrales, dulces tradicionales, totopos de maíz, café,  literatura, indumentaria, producciones visuales y el trabajo que cada participante realiza desde su territorio. Se presentaron los trabajos que cada organización realiza y se armó la convivencia donde surgió la música, la poesía y el baile.

El cine comunitario no podía faltar, y al caer la noche la pantalla se iluminó para dar paso a las producciones que, desde los pueblos originarios se vienen realizando, como una manera de la apropiación de su cultura e identidad.

Se proyectaron, Snichimal Alteal de Ana María Hernández de Cine Bolomchon ( México);  Los tejorones de Pinotepa de Don Luis, realización del Laboratorio Nómada de Animación (México); Seres de Niebla: Galilea Bracho, de la Colectiva Lemov (Guatemala), y El trabajo de las flores, Mujeres Medicina No-Escuela Itinerante de Cine (Argentina).

La selección y el programa de esta muestra de cine comunitario estuvo a cargo de Paola Morales, integrante de Ojo de Agua Comunicación, quienes han llevado el proyecto de Cine Comunitario desde el 2013 y que en a partir del 2021 se convirtió en Festival.

 “La comunicación es un frente fundamental para la lucha de liberación de nuestros pueblos”

El alma de esta II Fiesta de Medios Comunitarios fue la asamblea plenaria, en ella se debatió, reflexionó y se llegaron a acuerdos, también se fincaron compromisos como el seguir con el trabajo en red y llevar a la acción los compromisos y las estrategias a cada una de las radios comunitarias, a sus medios de comunicación, sus organizaciones y territorios.

En una sola voz se habló fuerte y bajo la consigna de «Seguimos en resistencia por un  buen vivir», se manifestaron en contra de las diversas formas de violencia que los gobiernos ejercen en hacia comunicadoras y comunicadores así como a personas defensoras de derechos humanos.

Desde este espacio se hizo patente la solidaridad con el pueblo de Nicaragua, quienes enfrenta una situación política preocupante ante un régimen que limita la libre expresión y no garantiza los derechos humanos.

Se cierra el círculo sagrado del encuentro de la palabra, el pensamiento y el sentir, de la misma manera en que se abrió y se mantuvo el fuego sagrado durante los tres días de trabajo, en un ritual de agradecimiento por los días compartidos, los abuelos y las abuelas se hicieron presentes para seguir acompañando los pasos de regreso a los territorios de las y los participantes, con la consigna de regresar en el 2024 en la tercera emisión de la Fiesta de Medios Comunitarios.

La suma de esfuerzos para llevar a cabo este encuentro, estuvo a cargo de los equipos de trabajo de Ojo de Agua Comunicación (Comunicación Indígena S.C.) de  México, la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas, FGER, en el marco del proyecto “Comunicación comunitaria en red y acción para defender y proteger  vidas  sostenibles y libres de violencia desde México”. Agradecemos a KCD ONGD  y al pueblo Vasco, quienes a través de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo financiaron esta actividad.

“Me llevo mucho cariño, mucha ternura, mucho acuerpamiento y muchos saberes”

 

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD