El proceso formativo de radialistas comunitarios, hacia una vida libre de violencia

  • Según la DIREH1 2021, se estima que, en el estado de Oaxaca, el 67.1% de las mujeres de 15 años o más experimentaron algún tipo de violencia: Psicológica, Física, Sexual, Económica o Patrimonial a lo largo de la vida.
  • Organizaciones especialistas revelan que Oaxaca es la segunda entidad con el mayor número de feminicidios en México.

En base a este contexto, Ojo de Agua Comunicación inició desde el 2018 un proceso formativo para mujeres radialistas con el propósito de fortalecer capacidades y habilidades que les permitieran crear una comunicación diferente, una en la que se reconozca y trabaje hacia la erradicación de la violencia que se vive y que atraviesan las mujeres en sus diferentes formas.

En enero de este año se culminó el proceso formativo de la tercera generación, integrado por radialistas provenientes de la Chontal, Mixteca, Costa, Valles Centrales, Chatina e Istmo, quienes desde la investigación acción participativa, analizaron importantes temas como: feminismos anticapitalistas, anticoloniales y antiracistas; vinculados a sus intereses estratégicos: violencia, autodefensa, poder, derechos sexuales y reproductivos, participación política, participación en la producción radiofónica, autocuidado, sexualidad, entre otros.

Tras seis años del proyecto, algunos atravesados por la pandemia del Covid 19, es posible ver algunos cambios e impactos que se han alcanzado, primero de manera personal e individual y de manera paulatina llevando las reflexiones, inquietudes y transformaciones en sus colectivos, radios y espacios comunitarios, donde se busca generar dinámicas de convivencia sanas, frenar la violencia sistemática en contra de mujeres, niñas y niños y promover vidas desde la dignidad y el respeto.

Es grande el reto, pero también los aprendizajes

La idea de crear este proceso formativo comenzó cuando Ojo de Agua realizaba la investigación para la creación de la radionovela “Los paso de Luna”, en la que se abordan los diferentes tipos de violencia de género. El acercamiento a las historias de las mujeres que participaron en esta producción resonó y alertó a la organización sobre la gravedad de lo que implica la violencia hacia las mujeres y de lo poco que se había abordado este tema a través de las radios comunitarias.

Así surge la primera generación de mujeres referentes de género, con quienes ya se trabajaba desde la comunicación, pero que al participar en el proceso formativo de género obtuvieron otras herramientas para cuestionar sus realidades personales y comunitarias, para identificar, reconocer y sanar la violencia en sus vidas. Al término de los primeros dos años, uno de los aprendizajes que las referentes mencionaron fue la necesidad de integrar a los compañeros hombres radialistas y comunicadores al proceso formativo.

Nos sentimos muy solas en ese quehacer”, expresaron en aquel entonces, “Por qué cae solo en nosotras toda la responsabilidad de generar el cambio, debemos trabajar en mancuerna… Nos regresamos de los talleres muy motivadas pero en los espacios de trabajo necesitamos poder hacer las cosas sin tanta dificultad por parte de los compañeros”.

Fue así que a partir de la segunda generación se incorporó a compañeros al proceso formativo y fueron llamados Hombres referentes de género de masculinidad no hegemónica, teniendo énfasis en los temas sobre masculinidades, los privilegios, la sexualidad y la violencia. Todo este proyecto ha visto también el crecimiento de la organización, que ha aprendido a escuchar y adaptar las necesidades de las y los referentes según los años y según los contextos comunitarios de cada participante.

Algunos de los resultados y de las acciones comunitarias

Complementario a la formación, las y los referentes de género junto con agentes clave, aliados, aliadas y autoridades de sus comunidades, diseñaron y aplicaron acciones comunitarias para prevenir las violencias machistas. Estas actividades fueron llevadas a cabo en diversos formatos, tales como: obras de teatro, talleres comunitarios, festivales, murales, creación de canciones, videos, radio, exposición fotográfica, eventos deportivos, encuentros, etc. Con estas acciones, muchas de ellas y ellos se fueron reconociendo como actores políticos en sus comunidades.

Esperamos que con este camino recorrido de grandes aprendizajes se pueda continuar con una cuarta generación, esperando la integración de mas hombres al proceso formativo y que poco a poco los resultados sean más notorios en las comunidades y en los espacios de comunicación de los y las participantes, reconociendo la importancia del abordaje de este tema y del potencial de los medios de comunicación comunitaria como motores de cambio.

El reto es grande, el cambio es paulatino y parece lento, pero éste no será posible si no se trabaja desde lo individual, desde el reconocimiento que la violencia se vive muchas veces sin ser reconocida y que se reproduce en diferentes formas y ámbitos.

 

1Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares ENDIREH

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

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