¡Mujeres al aire!

Acortando la brecha tecnológica y digital de mujeres en radios comunitarias

Kenia Roque vive en la Costa de Oaxaca y es parte del equipo de Ojo de Agua que da seguimiento a las actividades de los proyectos en comunidades. En esta ocasión, Kenia nos comenta sobre los avances de una actividad que actualmente se lleva a cabo en Tututepec, con Estéreo Lluvia, se trata de una serie de talleres que se están impartiendo en la región y, según nos comenta, ha disfrutado especialmente:

“Es un proceso muy ameno, en el que se ha logrado establecer una confianza muy bonita entre las participantes y las compañeras que estamos acompañando. Hemos tenido charlas muy reveladoras sobre la importancia de la labor de las mujeres en la comunidad y lo poco reconocida que es”.

Pero vayamos un poco más atrás, para entender la satisfacción de Kenia con esta actividad.

La mayoría de las radios comunitarias sufre cada día para mantener un equipo estable de colaboración. Constantemente necesitan incorporar gente nueva que esté dispuesta a aportar su tiempo y esfuerzos para dedicarlo al proyecto, gente con capacidades para cubrir tiempos de locución, producir contenidos, operar equipos y resolver problemas técnicos. Desafortunadamente, esas personas casi nunca llegan a tocar a las puertas de las radios.

Por ello, las radios deben invitar constantemente a estudiantes de bachillerato y de universidades regionales, a colectivos, a niñas y niños, organizaciones locales y profesionales en distintas áreas para que lleven sus intereses a la programación. Pero encontrar personas interesadas en participar, apenas es el primer paso para que logren desarrollar las capacidades que la radio requiere, al tener que ofrecerles un proceso de formación radiofónica, de mayor o menor duración y detalle, según las posibilidades de cada medio.

En los años en que Ojo de Agua Comunicación ha colaborado con radios comunitarias, nos hemos encontrado con que a muchas de las mujeres que las escuchan desde sus hogares, negocios o instituciones, les gustaría y estarían dispuestas a involucrarse en las actividades radiofónicas si tuvieran la oportunidad, los conocimientos y se sintieran capaces de hacerlo. pero estas condiciones casi nunca se presentan por sí mismas, tampoco.

En los hechos constatamos que los conocimientos técnicos necesarios para operar una radio suelen ser dominados por varones, así como la toma de decisiones y la presencia pública. También ubicamos que un primer problema para la participación de las mujeres, es que no están familiarizadas con el uso de la tecnología y eso frena su participación en las radios comunitarias. La idea de verse dentro de una cabina entre computadoras, mezcladoras, micrófonos, cables y toda una serie de aparatos desconocidos, les representa un temor a vencer.

Lo anterior nos indica la importancia de reducir la brecha digital y tecnológica que afecta la incorporación, la formación y la práctica de las mujeres en las radios, generando una acción positiva de género que pueda impulsar la participación bien calificada de mujeres en estos medios, para que puedan aportar a la programación desde sus perspectivas y ejerciendo su derecho a la comunicación. De esta manera se contribuye también al fortalecimiento organizativo de las radios comunitarias.

Con este propósito, el equipo de compañeras de Ojo de Agua puso manos a la obra junto a ocho radios comunitarias con las cuales colaboramos de manera constante: Radio Jowa, Radio Puchumbaj y Radio Guluchi, en el Istmo; Estereo Lluvia, Estereo Ndoso y Radio Comunitaria Ñuu Kaan, en la Costa; Radio Yucuhiti, en la Mixteca y Radio Nuevo Horizonte del Valle para ofrecer un acompañamiento constante a veinticuatro mujeres de las distintas regiones, orientado a desarrollar una serie de competencias que les permitan producir sus primeros trabajos radiofónicos.

Organizadas en equipos de trabajo por comunidad, comenzaron hace unos meses con procesos de formación que partieron desde el manejo de la computadora, el uso del internet y la familiarización con los distintos aparatos de una cabina de radio. Posteriormente, comenzaron a conocer el lenguaje radiofónico necesario para comunicar historias, emociones e ideas y a la fecha, se encuentran ya en sendas etapas de planeación, escritura, grabación y edición, de acuerdo con los avances de cada equipo.

Kenia acaba de reunirse en Tututepec con Rebeca, Silvia, Jazmin y Sheila para continuar el proceso con este equipo y se muestra contenta con la dinámica de trabajo: “Durante el acompañamiento hemos podido trabajar de una forma más relajada y puntual que en los talleres tradicionales, los cuales suelen ser más intensivos, generales e imponen condiciones que hacen difícil para ellas poder participar, debido a la cantidad de ocupaciones que deben cumplir en casa y en la vida comunitaria”.

Por ello, algo que se cuida en esta actividad, es lograr las mejores condiciones para que las mujeres definan sus horarios de participación así como el ritmo de las actividades, intentando crear un clima de confianza mutua en el que intercambian conocimientos y expectativas sobre la vida comunitaria.

Comenzaron haciendo un diagnóstico rápido de la condición actual de las compañeras en relación con las tecnologías, herramientas y dispositivos, para posteriormente reflexionar mediante distintos ejercicios sobre los problemas que hay en la región, las maneras en que éstos afectan a la vida comunitaria y las formas en que estos temas podrían abordarse de manera adecuada en un programa de radio, sin que ésto llegue a representar un riesgo para ellas o para la misma radio comunitaria.

Kenia relata que en este grupo en particular, se han interesado por reflexionar sobre la importancia de las cocineras tradicionales y el escaso reconocimiento público que tienen. Comenzaron dialogando acerca de su vida en la comunidad, de las situaciones a las que se enfrentan, de la importancia que la fiesta patronal tiene y los papeles que cada persona asume en ella. Algo que les incomoda es reconocer que en la funcia1, mientras ellas permanecen dentro de la cocina, trabajando arduamente para y durante el velorio, a los hombres siempre los miran sentados, jugando cartas, bebiendo y platicando animadamente.

También señala sobre la diferencia que existe entre el trabajo que realizan los hombres y las mujeres para estas celebraciones es que, en el caso de los hombres, les corresponden labores como la matanza de las reses que se van a cocinar, que son labores por las que el carnicero cobra; mientras que las mujeres, que son quienes cocinan, ofrecen su labor como un servicio a la comunidad. Ha sido hasta estos momentos cuando ellas han podido observar tales diferencias, por lo que decidieron abordar este tema en su producción.

Durante las conversaciones han nombrado a mujeres que ellas reconocen como grandes cocineras tradicionales, que son quienes siempre están al frente de la cocina comunal, tienen el conocimiento para preparar grandes banquetes y saben calcular, de acuerdo al número de comensales, los ingredientes necesarios para la preparación de los diferentes platillos, además de que atinan a resolver cualquier eventualidad que se produzca.

El tema les anima y estas reflexiones les dan la claridad que necesitan para comenzar a desarrollarlo, ubicar personajes, incorporar anécdotas y planificar los siguientes pasos. A medida que las sesiones avanzan, se familiarizan con las herramientas, con el lenguaje y la radio va dejando de parecerles una actividad lejana y fuera de sus capacidades.

En la etapa en la que se encuentran, han comenzado a realizar entrevistas con algunas de las cocineras, a grabar ambientes y próximamente, comenzarán a trabajar en la edición de un ejercicio radiofónico que, seguramente, nos dejará un delicioso sabor de boca y que prometemos hacérselo llegar junto con las producciones de los otros equipos, por distintas plataformas, al amable público lector que nos acompaña hasta el final de estas líneas.

1 En la región, se utiliza el término de funcia para referirse a los trabajos colectivos que se realizan para preparar la despedida a una persona que fallece, así como para las fiestas y celebraciones en general.

La actividad Acompañamiento a necesidades formativas técnicas de mujeres comunicadoras identificadas como brechas de género, cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de