Inicia en 2024 la radio comunitaria chontal, una de las estrategias de lucha frente a la minería

El impacto de la explotación minera afecta a la superficie terrestre, contamina el aire, el agua, la flora, fauna y por su puesto a la salud humana a corto, mediano y largo plazo. Esta peligrosa actividad extractivista afecta a todo el mundo y en México se ubica principalmente en los territorios de los pueblos indígenas.

Si bien los impactos de la minería son graves, se suman los atropellos inconstitucionales de su actividad y su alarmante nivel de participación extranjera. En el caso de Oaxaca se identifica que existen 9 regiones mineras y hasta el año 2020 se encontraban vigentes 294 concesiones mineras.

La falta de consulta y de información clara y accesible es una de las demandas más urgentes para las regiones directamente afectadas. Por ello, el desarrollo de formas de comunicación internos y propios es una de las estrategias más importantes de lucha y defensa del territorio.

En el 2024 se cumplen ocho años de lucha del pueblo chontal contra la minería, pero en su proceso organizativo ha denotado varios logros tanto formativos, legales, de fortalecimiento a la identidad chontal, así como de reconocimiento, integración y participación de las mujeres. Como parte de estas acciones se espera que en este año inicie transmisiones la Radio Comunitaria Chontal, la cual pueda seguir fortaleciendo su posicionamiento político frente a la amenaza del despojo territorial.

A ocho años de lucha desde los pueblos chontales

Fue en el 2014 cuando una de las autoridades del pueblo chontal se entera en un foro sobre las concesiones mineras que hay en Oaxaca y que existe una en su región, por lo que se acudió a Tequio Jurídico A.C. para corroborar y buscar más información. Tras un proceso de solicitud de información y de investigación propia se confirma la existencia de la concesión minera Zapotitlán 1, la cual fue otorgada por la Secretaría de Economía en el 2011 a la Minera Zalamera, S.A. de C.V. por 50 años y que abarca una supericie de 5,413 hectáreas.

Esta minera incluye los minerales oro, plata, plomo, cobre y zinc y es de tipo cielo abierto, siendo ésta de las más destructivas para el medio ambiente pues requiere grandes cantidades de cianuro y la excavación de cráteres gigantes, por lo que implica quema de vegetación y tala de árboles. Para la región chontal significaría la destrucción del cerro, bosques de encino, cafetales, milpas, árboles frutales y mucho más.

Fue así como dio inició a un periodo de reuniones, asambleas y encuentros para comenzar a hablar en la región sobre lo que es la minería, la concesión, sus impactos, qué tocaría hacer para defender el territorio y la definición de la estructura organizativa para la defensa.

Tras dos años de estas acciones se conforma en junio de 2016 la Asamblea del Pueblo Chontal, la cual fue integrada inicialmente por más de 15 comunidades y en la que se plantearon objetivos fundamentales para promover e impulsar la organización regional, acciones jurídicas, intercambios, así como el reconocimiento, participación e integración de las mujeres y el fortalecimiento de la identidad del pueblo chontal, buscando con ello construir herramientas preventivas para la defensa.

Dentro de los alcances que ha logrado el trabajo organizativo se incluye la escuela agraria por la defensa del territorio, la escuela de mujeres por la tierra y el territorio y la escuela comunitaria desde la perspectiva de la comunicación, los derechos de las mujeres y el territorio. Así como varias acciones jurídicas frente a la concesión minera, como las actas de territorio prohibido para la minería.

Con la vinculación con el Congreso Nacional Indígena y en el 2021 la conformación del Comité Regional de Mujeres Chontales, se ha posibilitado el nombramiento de mujeres como delegadas y concejalas, permitiendo que las mujeres tengan más presencia, estén más activas e informadas y asuman tareas de representación comunitaria.

Los inicios de Radio Comunitaria Chontal

Dentro del análisis en este proceso y en especial ante la situación de pandemia en el 2020, se detectó la necesidad de una estrategia de comunicación al interior de la región y la pertinencia de una radio comunitaria chontal. Para lograrla, a través de las asambleas se nombró a un grupo de personas llamados “semilleros”, quienes tienen la misión de darle vida y continuidad a la radio.

Con el apoyo de diversas asociaciones y fundaciones, este grupo de semilleros lleva ya 3 generaciones de personas -13 mujeres y 9 hombres-, quienes han realizado visitas e intercambios con algunas radios comunitarias dentro y fuera de Oaxaca. El proceso formativo ha permitido identificar necesidades, temas y criterios para construir una radio pertinente a la región chontal.

A través de un estudio del espectro radioeléctrico se definió la comunidad de Santa Lucía Mecaltepec como lugar para la instalación de la cabina de radio. Se espera que en este año comience sus transmisiones y con ello se haga uso del derecho a la autonomía de comunicación y así pueda toda la población chontal tener acceso a información de manera suficiente, clara, eficaz, unificada y en el menor tiempo posible sobre las amenazas que enfrente la región, en este caso de los megaproyectos mineros, sus efectos y estrategias para la defensa del territorio.

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Chirundo, atitíncale, atutúñale, machuco… voces negras que se niegan a morir

Son las once de la mañana, desde la entrada del predio se admira el Jato (sombra grande) de árboles frutales, la tierra luce sin hojarasca y el ambiente se impregna de ese olor característico a tierra recién regada, es el patio de la casa de Teódula, su voz fuerte, entonada y segura, resuena en el aire y palabras como “chirundo, atitíncale, atutúñale, machuco” entre otras, la hacen sonreír y suspirar, por el recuerdo de esa infancia que con nostalgia ha quedado en su memoria y que hoy está dispuesta a rescatar y hacer que sus nietas y nietos la hablen y se sientan orgullosos de su herencia negra: “hable bien, así nos decían las abuelas y nuestras madres”. Estas y otras palabras más están quedando en desuso, como constancia de la discriminación, racismo y segregación que durante muchas décadas han vivido los pueblos negros de México.

Hablar de las mujeres afromexicanas es hablar de resistencia, discriminación y oportunidades, “a la mujer afromexicana siempre se le ha visto hipersexualizada o bien para estar en casa y no salir de ella, que estén en la laguna o en el mar y que se dedique solo a la pesca, que se casen muy chicas o que simplemente se prostituyan”, describe Yolanda, y sigue “hay que ir erradicando esos paradigmas, que sepan que tenemos habilidades para hacer más cosas y salir adelante, que sobresalgamos por nuestros saberes y talentos”, puntualiza Yolanda Camacho Calleja fundadora y locutora de la radio Voces afromexicanas, primera radio que da voz a los pueblos negros en Oaxaca, y que actualmente transmite sólo por internet, y quien ve a la radio como una herramienta poderosa para seguir trabajando en favor de todas las comunidades de la región de la costa, para que la voz de los pueblos afros, sea escuchada.

Esta es la historia de muchas mujeres y hombres de los pueblos negros de la costa de Oaxaca, uno de los tres estados mexicanos donde se concentra la mayoría de la población afromexicana, los otros dos son Guerrero y Veracruz. Orgullosos de sus orígenes y su historia, son pueblos que se aferran a conservar su cultura y tradiciones, que le dan sabor y sentido a su vida, muestra de ello es su reconocida tradición musical así como sus danzas coloridas entre las que se encuentran la Danza de los diablos, del Toro de petate y la Danza de la tortuga, donde se narra la historia de los pueblos negros a través de parodias interpretadas con personajes centrales con “Pancho y La Minga”, pero hay que recordar que también son música, verso, comida, sustento, saberes y poesía que hablan de una cultura viva.

Más allá de lo atractivo, romántico y folclórico con que se han querido ver a sus expresiones culturales, hoy hacen escuchar su voz, su pensamiento y sentir, sobre la invisibilidad y negación al acceso a las mismas oportunidades que resto de la población mexicana.

En México viven 2,576,213 personas que se reconocen como afromexicanas. Esto representa el 2% de la población total del país. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Ante la magnitud de las cifras del censo y el tamaño de las desigualdades, resulta increíble que sea tan reciente el conocimiento constitucional de los pueblos afros, cuando su presencia en esta nación es histórica y que a la fecha, les quedan mucho a deber.

Avances recientes de la lucha por el reconocimientos de los pueblos negros de México

2019 Se reforma el artículo 2 de la Constitución para reconocer a los pueblos y comunidades afromexicanas como parte de la composición pluricultural de la Nación.

2020 Se crea la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos y Comunidades afromexicanas.

2021 Se publica el Programa Nacional para el Desarrollo Integral de los Pueblos y Comunidades afromexicanas 2021-2024.

Con la reforma del artículo 2 de la constitución mexicana, pasan de ser objeto social a sujetos de derecho, con esto se les otorgan atributos legales con derechos y obligaciones como un ente colectivo, se reconoce su existencia como pueblos negros con cultura propia, también se garantiza el derecho a la igualdad, se protegen sus derechos humanos, así como el derecho a la participación en la vida política del país.

También se abre la posibilidad a acceder a recursos públicos igual que el resto de las y los habitantes de México.

Este reconocimiento representa una oportunidad de mejorar la vida de los pueblos negros de diversas maneras, ya que visibiliza y reconoce su cultura. Abriendo el camino a que garantice el acceso a la salud, educación, empleo y vivienda.

«Hay que reconocer que la invisibilidad en la que hemos vivido durante muchos años, en la actualidad se sigue dando, y es por falta de acciones concretas, que población y gobiernos tenemos que accionar, porque aunque ya están las palabras en la constitución política ahora hay que llevarlas a la práctica, porque falta mucho y hay mucho que trabajar en los tres órdenes de gobierno y que tiene que ser de la mano con el pueblo afro”, Felipe Bernal Ibarra del Consejo Afromexicano Ubuntu.

La pobreza y la exclusión persisten en las comunidades negras, la migración de las juventudes hace que esto se acentúe por la falta de oportunidades reales y efectivas, que hacen ver en la migración y el sueño americano, como la única opción para acceder a otra forma de vida, produciendo desarraigo, perdida de la identidad, más discriminación, separación familiar y fractura del tejido social.

De ahí que recobre importancia el papel de los medios de comunicación comunitarios, para que sea la voz de los pueblos afros la que promocione sus derechos, rescate sus tradiciones, historia, tradición oral y musical.

Ellas y ellos han decido apropiarse de su historia, de su vida, para que la lucha que los pueblos negros de México han dado por el reconocimiento de sus derechos se materialice y se vea reflejados en en la vida cotidiana.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

El proceso formativo de radialistas comunitarios, hacia una vida libre de violencia

  • Según la DIREH1 2021, se estima que, en el estado de Oaxaca, el 67.1% de las mujeres de 15 años o más experimentaron algún tipo de violencia: Psicológica, Física, Sexual, Económica o Patrimonial a lo largo de la vida.
  • Organizaciones especialistas revelan que Oaxaca es la segunda entidad con el mayor número de feminicidios en México.

Leer más

¿Quién defiende a las personas defensoras?

Una defensora o defensor de los Derechos Humanos es, según la definición ofrecida por la Organización de las Naciones Unidas a través de su Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, una persona que «individualmente o junto con otras, se esfuerza en promover o proteger los derechos humanos». Esto engloba a todas y todos aquellos que hacen, de un modo u otro, activismo por la denuncia de las problemáticas y violaciones de los derechos humanos así como acciones de promoción, disfrute y garantía de los mismos.

Es necesario destacar que generalmente no existe una autodenominación por parte de estas personas como defensoras o defensores de derechos humanos, sino que es un término creado desde la Organización de las Naciones Unidas y adoptado por las organizaciones sociales para hacer referencia a quienes de forma individual o colectiva realizan acciones de promoción y defensa de derechos. La labor de las personas a las que nos referimos cómo defensoras de los derechos humanos está reconocida desde 1998 en la Declaración sobre Defensores de Derechos Humanos de 1998. En ella se recoge el derecho de todos los seres humanos a «defender y participar en actividades pacífícas contra las violaciones de derechos humanos». Sin embargo, este reconocimiento no se traduce en una garantía de la seguridad y continúa siendo un colectivo muy expuesto a la violencia.

La defensa de los derecho humanos cobra una relevancia especial en los contextos indígenas pues, además de la lucha por el disfrute de los derechos universales, esta se entrelaza con la defensa de los derechos colectivos propios de los pueblos indígenas, como son el derecho de las comunidades a la libre determinación, a tener su autonomía, la protección de su cultura y formas de vida o todos aquellos referentes a la defensa y protección del territorio.

Defender el territorio y el medio ambiente es defender los derechos humanos

Hablar de defensoras y defensores de derechos humanos en contextos indígenas, es hablar de una lucha por la protección de la tierra, el territorio y los recursos naturales, especialmente en el contexto actual, en el cual empresas y estados compiten por el acaparamiento de tierras para la obtención de rendimientos económicos.

Las personas defensoras arriesgan sus vidas enfrentando prácticas que, lamentablemente, se han vuelto muy habituales, como son la explotación de los bienes naturales, el desplazamiento de comunidades, o la privatización y control de bienes comunes y de gestión comunitaria. Defender el territorio y el medioambiente es, en estos contextos, parte de la defensa de los derechos humanos. Cuando las comunidades defienden su territorio, están defendiendo también los derechos colectivos que tienen como pueblos indígenas, como son el derecho de propiedad, de consulta, a gozar de un medioambiente sano etc.

Contexto de inseguridad

La comunidad y el marco jurídico internacional reconoce como legítima la defensa de los Derechos Humanos, sin embargo, en muchos territorios las personas defensoras viven en situaciones de riesgo como consecuencia de su trabajo.

La mejora de la seguridad y la reducción de la violencia es una de las grandes tareas pendientes en México. Pese a su planteamiento como prioritario dentro de las políticas de la 4T de Andrés Manuel López Obrador, a cinco años de su llegada a la presidencia, los datos muestran un panorama muy desolador. Según datos de EDUCA (Servicos para Una Educación Alternativa A.C.), que lleva a cabo la tarea de sistematizar la denuncias públicas por agresiones a personas defensoras, desde diciembre de 2018 se han registraron en el país más 200 ataques entre las que hay desapariciones forzadas, homicidios y ejecuciones extrajudiciales.

El Estado de Oaxaca, seguido por los de Guerrero y Michoacán, se posiciona como el más mortífero para las personas defensoras, pues en estos cinco años se han podido registrar 41 asesinatos. Sin embargo, es necesario destacar que hay muchas otras agresiones que, sin tener resultado de muerte, son sufridas por las defensoras y defensores como consecuencia de su labor, como las amenazas, los hostigamientos, las agresiones físicas etc.

La criminalización es el tipo de agresión más denunciada, según los datos recopilados por EDUCA, y los principales agresores resultan ser las autoridades y gobiernos municipales (22%) y estatales (44%) Esto aparece reflejado también en el informe «México: tierra y ¿libertad? Criminalización de personas defensoras de tierra, territorio y medioambiente» elaborado por Amnistía Internacional y que publicó en septiembre de 2023, en el que se señala reiterados usos indebidos del sistema de justicia en contra de las personas defensoras: «Se han utilizado de tipos penales vagos o a la fabricación de delitos por parte de funcionarios públicos o de las propias empresas involucradas en los proyectos». Además, el informe señala también que las violaciones a derechos humanos cometidas contra las personas defensoras y manifestantes, como puede ser el uso ilícito de la fuerza, acostumbran a quedar impunes.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

PORQUE AQUÍ MANDO YO. Alternativas contra el adultocentrismo desde la Comunicación Comunitaria

“Mientras vivas en mi casa vivirás con mis reglas”, “no interrumpas mientras un adulto esté hablando”, “tu qué vas a saber si sólo eres un niño”…

¿Te suenan estas frases?

Durante tu infancia casi seguro escuchaste algunas de estas ideas u otras parecidas, y esto es debido a que el reconocimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescencias es algo relativamente nuevo a nivel mundial[1].

Cuando las personas consideran que son superiores a niñas, niños y adolescentes, es a lo que se le llama ADULTOCENTRISMO. Esta idea está presente desde la casa, escuela y en cada espacio de la sociedad y entender esta discriminación sobre otrxs debido a la edad, nos ayuda a visibilizar cómo se van reproduciendo las figuras de poder a lo largo de la vida.

Por lo anterior, vale la pena repasar los otros términos que forman un sistema más amplio de dominación: el ENDOCENTRISMO, que consiste en la consideración de que el hombre es el más importante y relega a las mujeres a un segundo plano; y el ANTROPOCENTRISMO, que es la creencia de que nuestra especie es el centro de todo y que el resto de los seres y la naturaleza están a disposición de nuestras necesidades.

El porqué es importante mencionar todo este sistema de poderes, radica en la posibilidad de reconocer que estas formas impiden el pleno desarrollo de las personas, pues preserva situaciones de desigualdad, exclusión, discriminación y hasta la propia extinción de especies y destrucción de ecosistemas.

Poder mirar y entender desde sus raíces el sistema de dominación y accionar desde la defensa de los derechos de la ninez y juventudes, podría ayudar a que se construyan futuras generaciones en mejores condiciones para vivir dentro de una cultura de paz y buen vivir.

Y cuando hablamos de adultocentrismo, ¿A qué nos referimos?

Cuando las niñas, niños y adolescentes crecen en un ambiente donde se minimizan sus ideas y propuestas, olvidamos que en esta importante etapa de sus vidas también tienen derechos. No escucharles ni permitirles expresarse es descalificar sus necesidades y sentimientos y así normalizamos las violencias que formarán parte de su educación y de su vida.

Es importante reflexionar sobre los efectos de no tomar en cuenta el punto de vista y emociones de los demás, pues sin importar su edad, cada persona tiene derecho a ser escuchada. No hacerlo en el caso de las niñas y niños puede dejar la puerta abierta a que, por ejemplo, no se detecten situaciones de violencia como el acoso escolar y el abuso sexual infantil.

En el 2021, según el informe sobre la violencia contra niñas, niños y adolescentes por Word Vision México, se encontró que en Oaxaca:

  • Las niñas y mujeres adolescentes son quienes más perciben el hogar como el espacio con mayor violencia.
  • 70% de ellas perciben “la casa” como un lugar violento para las y los infantes y adolescentes.
  • Las niñas, niños y adolescentes no se sienten ni se perciben a salvo.
  • El 60% considera que las y los infantes y adolescentes no están seguros todo el tiempo y tampoco en ningún lugar.

¿En dónde están previstos los derechos en la niñez, adolescencia y adolescentes?

Estos derechos están previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados internacionales y en las demás leyes aplicables, esencialmente en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la cual reconoce a niñas, niños y adolescentes como titulares de derechos y, en su artículo 13 señala sus derechos, de los cuales solo mencionaremos algunos:

Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo; Derecho de prioridad, Derecho a la identidad, Derecho a vivir en familia; Derecho a no ser discriminado; Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal; Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad; Derecho a la educación; Derecho al descanso y al esparcimiento; Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información; Derecho de participación; Derecho de asociación y reunión; Derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet.

Trabajo con niñez y juventudes en 4 regiones de Oaxaca

Un buen comienzo para el trabajo con la niñez y juventudes es observar si en nuestras comunidades existen los espacios suficientes y adecuados para la participación y expresión de ellas y ellos.

A continuación compartimos algunos resultados obtenidos de un trabajo realizado por jóvenes comunicadores comunitarios en 8 comunidades de 4 regiones de Oaxaca: Costa (Villa de Tututepec, Charco Redondo, Minitán), Valles Centrales (Santa Ana del Valle), Istmo (San Mateo del Mar, Zanatepec, Benito Juárez Chimalapas) y Mixteca (Yucuhiti).

Este proyecto fue realizado entre agosto del 2022 a junio del 2023, con el objetivo de identificar cuál es la situación en la que viven las niñas, niños y juventudes en algunas comunidades oaxaqueñas, conocer sus necesidades y deseos, y cómo a través de la radio comunitaria es posible brindar herramientas y espacios de recreación, esparcimiento y expresión para dicha población.

A través de talleres de creación y expresión radiofónica las y los participantes jugaron y dialogaron sobre lo que les gusta de sus comunidades:

El amanecer, el río, la convivencia, el café, las fiestas, bailar, las flores, los árboles, la danza del toro, la convivencia con los amigos, admirar el paisaje desde las montañas, las cascadas, el parque de la comunidad, ver las montañas, los torneos deportivos, el mercado, que las personas son unidas, la alegría, que hay mucha vegetación, la escuela, la plaza, el cerro, el agua, los pájaros, la comida tradicional, la feria del pueblo, salir al campo, cuidar del mar y los atardeceres.

Y lo que no les gusta:

La tala de arboles, que por las lluvias se va la luz en la comunidad, que no participen en la fiesta, que se pierdan las danzas, que haya machismo, la desigualdad entre hombres y mujeres, la violencia contra las mujeres, los pleitos, los chismes, que no se puedan bañar por el río sucio, el descuido de los servicios públicos, que no haya personal médico en la comunidad,  la contaminación, el alcoholismo, la drogadicción, el narcotráfico, la gente morbosa, la violencia, la escasez de agua, que se tire basura en el río o en el mar, que tiren basura en las calles y el campo, que suban los precios de la comida, los carros porque contaminan el aire, los rateros y la calor.

Como resultado de los talleres[2], las niñas, niños y jóvenes crearon a través del trabajo en equipo diversos y creativos guiones radiofónicos, grabaron y editaron producciones radiofónicas con historias narradas y dramatizadas. A través del juego, se divirtieron y aprendieron a usar grabadoras, micrófonos y computadoras, con las cuales emplearon sus propias voces y expresaron sus sentires.

Durante este proyecto se pudo observar que en las comunidades hay escacés de espacios donde la niñez y juventud se sientan en plena confianza y con seguridad; además se notó la falta de espacios lúdicos donde ellas y ellos puedan aprender a través del juego y que les permita descubrir y transformar sin ser minimizados y descalificados.

 

La niñez, no es algo que se cura con el tiempo.

Como adultos, es importante reconocer que si bien tenemos más experiencia, nos corresponde ayudar, guiar, proteger y tomar acuerdos en común con las generaciones más jóvenes, siempre a través de la escucha, el diálogo y el respeto a su propia visión, abonando desde la resolución de conflictos de forma pacífica y sin violencia, dejando que las infancias y juventudes tomen sus propias desiciones que no afecten su integridad y la de otrxs.

Si mantenemos nuestra mirada en reflexionar sobre cómo las estructuras de poder dañan la propia vida y de quienes nos rodean, podremos ir identificando los diversos espacios en los que nos es posible incidir para accionar hacia un cambio positivo.

Las radios comunitarias han sido desde hace muchos años un espacio propicio para ello, por lo tanto es muy importante involucrar siempre a las generaciones más jóvenes, escuchándo sus opiniones, tomándoles en cuenta en las desiciones y que estos ambientes de inclusión y respeto puedan irse haciendo cada vez más presentes en todos los espacios comunitarios.

 

 

[1] La Declaración de los Derechos del Niño apareció por primera vez en 1959, pero fue hasta el 20 de noviembre de 1989 cuando se crea la Convención sobre los Derechos del Niño por la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyo cumplimiento ya es de carácter obligatorio.

[2] Estos talleres se llevaron a cabo con el apoyo de las y los enlaces comunitarios de Ojo de Agua Comunicación, quienes la vincularon con radios comunitarias, agencias municipales, escuelas primarias y bachilleratos

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Por el bien de todas, justicia para las mujeres. #25N a 5 años de la activación de la Alerta de Género en Oaxaca

Todos los días, llama nuestra atención las noticias en periódicos locales, ya sea en las ediciones impresas o en las versiones digitales descripciones como Fue alcanzada por una bala perdida al estar frente a su domicilio, perdió la vida cuando era trasladada al hospital”; “…El cuerpo fue localizado entre magueyes, fue torturada antes se ser asesinada a balazos”; Un sujeto atacó a la adolescente con un picahielo fue auxiliada, pero en el trayecto al hospital dejo de existir” y así los días transcurren entre notas y noticias de hechos violentos que dejan a madres, hijas e hijos, padres y a todo el circulo familiar con el dolor, la rabia y un peregrinar de días, entre visitas a las dependencias, trámites burocráticos y heridas que difícilmente se cerraran, porque siempre se repite la misma historia, como una maldición que pesa sobre los cuerpos de mujeres, niñas y adolescentes en México y en Oaxaca.

La violencia contra las mujeres y las niñas, es considerada una de las violaciones de los derechos humanos que lastima y merma la vida de muchas mujeres en el mundo. Se calcula que a nivel global una de cada tres mujeres han sufrido de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida, según información de la ONU.

Las consecuencias van desde lo físico, a lo sexual, psicológico y mortales para algunas mujeres, sin que se vea avances pese a los esfuerzos que se emprendan año con año en campañas que los gobiernos, organizaciones y colectivas realizan para visibilizar y denunciar cifras que en sí mismas lastiman a la colectividad.

De los 25 países con mayor tasa de feminicidios, 10 están en América Latina. México ocupa el lugar 23, ubicándose entre los cinco países con más incremento de homicidios contra mujeres y niñas. En datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México entre 9 y 10 mujeres son asesinadas al día, siendo las mujeres mexicanas las más desprotegidas después de las de India, Arabia Saudita, Indonesia y Sudáfrica.

Es por este panorama de violencia de género que México tomó acciones por parte del gobierno creando en 2008 las Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), las cuales se empezaron activar en 2015 en algunos estados con los más altos índices de violencia feminicida. De los 33 estados de la república mexicana, 11 tienen alerta de género, Oaxaca entre ellos, y pese a las medidas por parte de los gobiernos y la suma se esfuerzos de la sociedad civil, las distintas violencias siguen impidiendo el pleno desarrollo de mujeres niñas y adolescentes.

Aún cuando Oaxaca cuenta con Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), desde el 2018, y que dicho mecanismo de protección de los derechos humanos de las mujeres está contemplado en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, esto no se ha traducido en justicia, ni cese de los actos violentos hacia las mujeres en el estado.

La falta de mecanismos claros en su diseño, implementación y evaluación en algunas entidades, la alertas de género tienen resultados bastante cuestionables, que a todas luces se pueden evaluar como una política pública no exitosa.

A lo anterior se suma la negligencia de las fiscalías, ministerios públicos y jueces tanto en el ámbito federal como en el local, desde la investigación, capacitación de servidores públicos y a la falta de recursos asignados. Esto provoca que los violentadores no reciban un verdadero castigo a consecuencia de sus acciones, obteniendo como resultado impunidad y falta de justicia para las víctimas de las diversas violencias, y entre tanto las cifras aumentan de manera preocupante.

Una mirada y un corazón que late por la vida de todas

Por todo esto, vemos imprescindible el trabajo que realizamos las organizaciones de la sociedad civil para sensibilizar a la población sobre el tema de las diversas violencias que viven día a día mujeres, niñas y adolescentes, en el hogar, centros escolares y laborales, así como espacios públicos y que, de alguna manera, se ha normalizado y perpetuado.

Desde nuestros espacios, diversas organizaciones y colectivas hemos venido abonando con nuestro granito de arena, para hacerle frente a la situación de violencia que no nos permite acceder a una vida plena, seguras y felices. En las 8 regiones del estado trabajamos con un enfoque más humano y amoroso, ofrecemos talleres de formación y de producción audiovisual, donde el principal objetivo es nombrar y visibilizar los distintos tipos de violencias, la prevención del abuso infantil, violencia y nuevas tecnologías, autocuidado y sanación. Los cuales dirigimos a mujeres, niñas y adolescentes y, en algunos espacios se incluyen a los jóvenes a quienes también la violencia les atraviesa y quienes forman parte de la solución que nos corresponde a todas y a todos.

Las pantallas del cine comunitario se iluminan de luz violeta, las ondas sonoras de las radios comunitarias y los podcast del ciber espacio, han sido tomadas por la voz de las propias mujeres para hablarnos de sus dolores, sus preocupaciones y sus apuestas para que la situación llegue a revertirse para las mujeres del campo y de la zonas periféricas de las ciudades. Consideramos que hay mucho qué hacer y mucho que decir.

La violencia en números

En Oaxaca, de los más de cien casos denunciados en la presente administración estatal, un poco más del 16 % de los casos de violencia en contra de las mujeres corresponde a delitos sexuales. Estos son datos arrojados en la Plataforma de Violencia Feminicida de Consorcio para el diálogo parlamentarios y la equidad Oaxaca AC. En ella también se documenta que, cerca del 80 % de los casos de víctimas su agresor es una persona desconocida y en el resto de los casos sí se identifica.

Al cierre de esta edición, el conteo de la violencia registra los siguientes números: Delitos sexuales 633, desaparecidas 2390, feminicidios 820, suicidios 135, violencia intrafamiliar 662, violencia política 70. De los casos de feminicidio 101 se han perpetrado desde el inicio de la actual administración, encabezada por Salomón Jara, gobiernos vienen y gobiernos van y ésta situación pareciera no tener solución, ni voluntad para resolverse.

Y así cada 25 de noviembre, fecha en que se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, mujeres de todas las edades: amas de casa, estudiantes, profesionistas, colonas y mujeres de las comunidades de Oaxaca, se vuelcan en las calles donde a gritos reclaman esa justicia que no más no se ven llegar, a pesar de tanto pregón que lanzan a los cuatro vientos los gobernantes de este estado, con frases hechas para atraer turismo como Oaxaca lo tiene todos,… tienes qué vivirlo…” o la de la actual administración donde se autonombra como La primavera oaxaqueña”, o la de la presidencia de la república que machaca hasta el cansancio Por el bien de todos, primero los pobres”… pero no queda más que agregar que por el bien de todas, justicia para las mujeres.

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Responder a las problemáticas desde la construcción de alternativas sostenibles

El Istmo de Tehuantepec es una zona especialmente amenazada por los megaproyectos debido a su posición geoestratégica, en la que confluyen intereses empresariales nacionales y extranjeros. Geográficamente es el punto ideal para el tránsito de mercancías entre los océanos Atlántico y el Pacífico, a lo que hay que sumar su biodiversidad. Ante este panorama se vuelve imprescindible para sus habitantes encontrar alternativas que les ayuden a proteger sus modos de vida y su territorio y ese precisamente fue el objetivo de la primera Feria de Alternativas de Cuidados por la Vida que se celebró los días 26 y 27 de octubre en Santo Domingo Zanatepec.

El evento es resultado de un proceso de dos años que inició con la realización de un diagnóstico participativo para priorizar las problemáticas presentes en la región y cuyos resultados se visibilizaron con la gira «Con los pies en el Agua». A lo largo de todos esos meses de trabajo se fue tejiendo una red de contactos con otras organizaciones que tienen tiempo trabajando la generación de energía alternativas y prácticas que cuiden y protejan la vida.

Toda esta iniciativa se enmarca dentro de las acciones comunitarias ideadas e impulsadas por una de los enlaces comunitarios de Ojo de Agua Comunicación en la región del Istmo, que en esta ocasión contó con el respaldo de FUNDAR y la colaboración de las autoridades municipales de Santo Domingo Zanatepec y la Telesecundaria de la colonia Chalaca, que ofreció el espacio en el que se hospedó el evento.

En la feria participaron 8 de esas organizaciones que se han desplazados desde diferentes puntos de la república para compartir sus conocimientos y experiencias con estos métodos alternativos para cuidar la vida. Todas ellas aportaron propuestas de los más diversas que iban desde la generación de energías renovables, a la apuesta por la recuperación de la medicina y saberes tradicionales, pasando por la gestión integrada de cultivos. CAMPO A.C., que mostraron el funcionamiento de varios sistemas de placas solares, estufas de combustión sostenible, lombricompostas y un modo de construcción basado en tierra comprimida; BioRed, que compartieron el uso de biodigestores para convertir en energía los desechos; Fundación Tosepan, que explicó como funcionan su cooperativa y su experiencia en la gestión de energía comunitaria y sus proyecto de co-diseño, co-construcción y co-pilotage de colotecnologías. Sobre la gestión integrada de los cultivos estuvo hablando la PIAP (Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos A.C.), un tema muy vinculado a la gestión y cuidado del agua, el cual abordó la COPUDA, mientras que CESDER se encargó de compartir su trabajo en el ámbito de la educación comunitaria y su importancia a la hora de construir formas alternativas de vida. Por último, Casa de Lodo y los sanadores locales aportaron el punto de vista del autocuidado reivindicando el uso y recuperación de los saberes ancestrales.

El primer día de la feria fue para las y los jóvenes de la Telesecundaria trabajaron en mesas de trabajo sobre cinco temáticas: el agua, la salud, la vivienda, los proyectos extractivos y la educación. Posteriormente, todos los equipos se reunieron en asamblea para compartir las reflexiones, preocupaciones y conclusiones a las que habían llegado en sus grupos.

Por destacar algunos de los comentarios aportados por las y los participantes, el grupo del agua habló de la importancia de reutilizar el agua y de trabajar para la reducción de la contaminación de las fuentes de agua naturales. Una conclusión similar a la que llegó también el grupo que se dedicó al tema de los proyectos extractivos ya que, como explicaron «todos esos proyectos contaminan y llegan al agua, a los ríos, al suelo y al final también a nosotros”.

Se repitió mucho la necesidad de cuidar el plantera para cuidar también el bienestar de quienes lo habitamos, lo que pasa, no solo por el cuidado de la calidad y acceso a un bien tan imprescindible para la vida como es el agua, sino también por encontrar formas más sanas de generar energía sin sustancias tóxicas como el humo de las estufas cuyas partículas acaban en nuestros pulmones, o de cultivar evitando el uso de químicos que contaminan, tanto el suelo, como las verduras, frutas y granos que finalmente acabamos consumiendo.

Además, las y los alumnos posicionaron la educación como una herramienta indispensable para crear consciencia sobre las problemáticas presentes en las comunidades como el rescate de las lenguas indígenas, la emigración hacia las ciudades, las amenazas extractivistas o la preservación del medio ambiente.

Tras esta compartencia, las alumnas y alumnos pudieron empezar a visitar cada uno de los puestos para conocer las diferentes alternativas invitadas, algo que al día siguiente, el sábado 28 hicieron las autoridades municipales de 7 comunidades. «Queríamos que los jóvenes conocieran otros modos de vivir porque son el futuro, pero también necesitábamos que todas estas alternativas llegasen a quienes están tomando las decisiones y pueden hacer un cambio en sus comunidades», explica desde Ojo de Agua Comunicación Mikh Dalia Korey Aquino Álvarez, que se mostró muy satisfecha con el interés mostrado por las autoridades al pasar por los puestos de las diferentes alternativas.

Para cerrar con broche de oro el evento finalizo con la celebración de una velada cultural en el Parque Central de Santo Domingo Zanatepec con los conciertos de la cantante Coyo Licatzin y Adolescentes Banda.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Deconstruyendo los roles de género: Masculinidades no hegemónicas

Los roles de género definen y dibujan nuestra personalidad, ya que dictan cómo debemos ser, cómo debemos comportarnos e incluso cuáles deben ser nuestros gustos de acuerdo a nuestra genitalidad. El feminismo lleva décadas luchando contra la concepción de las mujeres como personas sumisas, dependientes, emocionalmente muy delicadas, etc. Es decir, todo lo contrario al rol masculino, del cual se espera que cargue con el peso de quien lleva las riendas de la sociedad, dominando y liderando cualquier situación que se le presente de forma impasible.

El patriarcado no solo presiona a las mujeres para que se muestren de cierta manera, sino también a los hombres. Para «ser un buen hombre» hay que ser exitoso en el trabajo, tener una esposa y muchos hijos, tiene que ser el que provee económicamente a la familia y, por supuesto, debe bloquear todas aquellas emociones que puedan ser leídas como muestras de debilidad o vulnerabilidad. La lucha antipatriarcal implica también romper con la idea de lo que es «ser hombre», pues por ello pasa el conseguir una verdadera igualdad y una sociedad en la que ninguna persona sea juzgada por mostrarse tal y como es.

Es de este entendimiento, desde donde nace la concepción de «las nuevas masculinidades», como una forma de romper con la idea tóxica de la masculinidad tradicional para construir nuevas formas, mas sanas e igualitarias, de ser y relacionarse como hombre. Sin embargo, es importante destacar que hay muchas visiones que hablan de que resulta muchos más acertado nombrarlas como «masculinidades no violentas», «disidentes» o «no hegemónicas» pues ni son necesariamente nuevas, ni el adjetivo nuevo implica igualitario.

Todo esto ha sido el eje entorno al cual han girado las sesiones del proceso de formación de hombres referentes de género que ha venido desarrollando Ojo de Agua a lo largo de los últimos casi dos años. En los diferentes módulos los participantes han reflexionado a través de diversos módulos en los que se han abordado temas como el amor romántico, la paternidad, la sexualidad etc. El grupo ha estado trabajando la reflexión sobre qué es ser un masculino consciente de sus privilegios, pero también de sus limitaciones y faltas.

Aliados contra las violencias machistas

Acabar con la perpetuación de ideas tan arraigadas como que los hombres no lloran, no cuidan o que tienen que ser siempre fuertes y valientes es imprescindible para acabar con las violencias machistas. Pues entender el ser hombre, desde una mirada mas sana e igualitaria implica aprender a relacionarse tanto con los demás, como con uno mismo de una forma más respetuosa y no violenta.

Mario Bacelis Centeno, socioterapeuta especializado en perspectiva de género, habla de la importancia de que los hombres sean “parte del cambio» .»Es urgente que hagamos la parte que nos toca, de manera contundente», asegura. Lo que implica, ser conscientes de lo que la sociedad patriarcal espera de los hombres, para poder deconstruirlo y ejercer la parte activa que les corresponde en la lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Corresponsabilidad en los cuidados y en el ámbito familiar

Resulta interesante también abordar el cambio que las masculinidades no hegemónicas arrojan a la cuestión de los cuidados. Según los valores masculinos tradicionales, cuidar está estrechamente vinculado al mandar. Durante siglos se ha entendido que el hombre es el «jefe de la familia», siendo el que toma las decisiones y tiene la última palabra.

Las masculinidades disidentes también apuestan por deshacerse de esa idea de cuidar desde la dominación a los que son cuidados. Una concepción que en muchos casos ha significado la justificación de la violencia dentro del ámbito familiar, sea hacia las infancias, sobre las que el ejercer «mano dura» se entiende como una forma de educar; o hacia las mujeres, para reafirmar con ello la superioridad de su rol de cabeza de familia.

Recientemente se ha comenzado a extender el uso del término de «masculinidades cuidadoras». Un concepto que se basa en la idea de que los cuidados son un derecho humano y que, por lo tanto, es labor de todas las personas ejercerlos y defenderlos. Universalizar los cuidados implica que la igualdad de género solo será real cuando hombres y mujeres dediquen el mismo tiempo y hagan las mismas renuncias laborales, personales o de cualquier otro tipo, para hacerse cargo de ellos.

Por lo tanto, el objetivo es caminar hacia unos cuidados corresponsables en los que las mujeres dejen de cargar con el peso de la crianza, las tareas del hogar y también del cuidado a los mayores y las personas dependientes de la familia.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

Mujeres rompiendo barreras en las radios comunitarias

Las condiciones de desigualdad entre hombres y mujeres al interior de las radios comunitarias es un tema cotidiano en el quehacer radiofónico, que van desde el como se distribuyen las responsabilidades, el ejercicio del poder, la toma de decisiones, el tipo de contenidos y las capacidades técnicas.

Contar con los recursos materiales, humanos y tecnológicos para una radio comunitaria, es complicado porque de entrada quienes hacen que las radios funcionen lo hacen “de a tequio”, quitando horas a la convivencia familiar, a la jornada del día, así como entremezclarlo con cargos comunitarios y todo lo que implica la vida en la comunidad.

Esto se acentúa, cuando se trata de mujeres radialistas, ya que a todo esto se le suma la crianza de hijas e hijos, el cuidado de la familia, de adultos mayores, los tequios y asambleas de los centros educativos, entre otras tareas más.

El piso no parejo al interior de las radios participativas, ha puesto en desventaja a las mujeres con respecto a sus compañeros, creándose así una brecha tecnológica de género. Entonces, ¿Cómo iniciar el camino o seguir avanzando en uno que nos lleve o al menos acerque, a la creación de condiciones de igualdad entre hombres y mujeres comunicadoras en la radios comunitarias?

Regularmente a las comunicadoras comunitarias dentro de las radios, se les dificulta participar en los talleres de capacitación por los horarios y los lugares donde se dan este tipo de actividades, por la responsabilidad que tienen en casa y la carga que esto significa para ellas.

Así que para hacer posible que lleguen a una capacitación de decidió hacer la planeación en conjunto con las participantes para que se diera en los tiempos que ellas podían destinar, así como generarles las condiciones para que sus hijas e hijos estuvieran seguros durante las actividades , así como acercarse a sus hogares, en caso de que no pudieran asistir al punto de encuentro.

A lo largo de casi 8 meses, viajamos de la planicie de los Valles Centrales a la templada zona de la Mixteca Alta, bajando al nivel del mar de La Costa, en la Mixteca baja y la zona del Istmo de Tehuantepec.

En este proceso participaron 12 mujeres comunicadoras comunitarias de 4 regiones del estado de Oaxaca, quienes forman parte de colectivos y radios comunitarias.

Como resultado de los talleres se realizaron 13 producciones radiofónicas utilizando todos los géneros radiofónicos, donde se abordan temas como: roles de género, cocineras tradicionales, medio ambiente, diversos tipos violencias y alcoholismo.

Cada mujer es una historia con sueños, vivencias, dolores, sin sabores, alegrías y esperanzas. Las une el hecho de ser mujeres, querer una vida mejor, el amor por su comunidad, la pasión por la radio y el tener mucho qué contar.

Ellas son Linda, Gabriela Sheyla, Jazmin, Patricia, Rosario, Madai, Magda, Roselia, Susana. Rebeca y Luz Daniela, quienes se comprometieron a formar parte de esta experiencia de formación y ser las mujeres que quieren romper barreras al interior de las radios comunitarias en Oaxaca.

El sueño de Patricia…

Patricia mujer zapoteca de 35 años habitante de Santa Ana del Valle, nunca había tenido contacto con las herramientas para hacer radio, sin embargo la radio forma parte de su vida cotidiana, le acompaña en las mañanas en su cocina al echar tortillas, preparar el desayuno para su familia y en el trabajo del campo, junto a su marido.

Es madre de dos hijas y 2 hijos uno de tan solo 2 años, quien le acompañó a las sesiones, cuando no tiene quién lo cuide. Dentro de la sesión se le acondicionó un espacio con libros, jugos didácticos, libros y material para pintar.

A pesar de ser muy joven, el contacto con la tecnología era muy escaso y se tuvo que empezar de cero, desde el encendido de una computadora, la grabadora de voz, la elaboración de un guión, y programa para editar audio.

Ella tuvo el deseo de seguir estudiando, pero esto no le fue posible por falta de recursos económicos, muy joven se casó y formó una familia.

El sueño de Patricia es que su hija Ángela, sí pueda tener la oportunidad de estudiar al igual que su otra hija y que los roles de género ya no formen parte del diario vivir de su comunidad y de eso trata su producción radiofónica. La cual construyó desde la creación de sus personajes, la historia, el guión, grabación y edición.

La sanación de Magda…

Corre el audio de la producción de Magda, ella respira y cierra los ojos. Es la sesión de escucha de las producciones que se realizaron en la región del Istmo.

Hay una pequeña sonrisa entre nervios y satisfacción, escucha atenta el resultado del trabajo final de su producción, donde ella abordó un retrato muy íntimo de una mujer que, a pesar de las adversidades de la vida, logra transformarse y sanarse.

Magda de 49 años habla sobre el porque del tema de su producción “fue sacar lo que una trae dentro para que al momento de que otras mujeres escuche la historia y que estén viviendo o hayan vivido esa situación sepan qué hacer y busquen ayuda, con un círculo de apoyo, atención psicológica. A mí me ayudó bastante la radio en el proceso de salir de esa situación, porque mi mente estaba enfocada en algo positivo”.

 

La fortaleza de Rosario…

Todos los días Rosario se levanta antes de que despunte el sol, hace frío en Santa María Yucuhiti, lugar de donde es originaria.

En el pasado, migró a Estados Unidos, donde se casó y formó una familia. Después de salir de un círculo de violencia intrafamiliar, regresa a su pueblo a enfrentarse a una vida complicada para intregrarse de nuevo a su comunidad.

Con la responsabilidad de sacar adelante a su hija e hijos, hace tortillas para vender, cuida la familia, cumple con un cargo comunitario como policía comunitaria por el cual, no percibe un pago y se da tiempo para desarrollarse de manera personal, y eligió la radio como medio para aportar algo más a su comunidad.

Para Rosario, es muy preocupante que el alcoholismo esté tan presente en su comunidad y cada vez más en los jóvenes, “Considero que es un tema que puede ayudar el comunicar a los jóvenes, a través de la radio, que es un vicio y que se supiera que en la comunidad hay personas que han fallecido por el consumo del alcohol, y que el factor principal para que la violencia se de es el alcohol. Y ver que en testimonio de una persona, si se puede dejar de beber y seguir adelante”.

En fechas próximas, se hará el lanzamiento de la serie completa resultados de esta capacitación, donde se podrá disfrutar de las historias hechas por mujeres comunicadoras y que se estarán compartiendo en este mismo medio.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD

El presente y futuro energético en México: entre las energías “limpias” y hacia la autogestión comunitaria

Hemos llegado a un punto en donde la crisis planetaria es innegable y todavía falta mucho por hacer en la modificación de nuestro modo de vida y adaptarnos a las nuevas condiciones planetarias: temperaturas cada vez más altas, lluvias descontroladas, intensas sequías, derretimiento de los polos, elevación del nivel del mar y como consecuencia del desequilibrio ecológico: plagas, nuevas enfermedades y un lamentable y largo etc.

Es innegable ver a la vuelta de la esquina el final de la era del petróleo, el cual permitió una forma de vida y de consumo no pensado para ser sostenible a largo plazo, y todavía queda pendiente la factura por todos los daños debido a su alta contaminación, entre otros efectos no solo ambientales sino sociales.

Ante el declive del uso de energías no renovables se han desarrollado y hecho apuestas hacia las energías verdes y limpias, cuyo resultado ha variado dependiendo de cada lugar. La historia ya nos ha confirmado que todo paquete tecnológico va mas allá de la tecnología en sí, no podemos dejar a un lado que hay condiciones ambientales, políticas, sociales y económicas que deben tomarse seriamente en cuenta, de otro modo la importación de energías alternativas puede ocasionar más problemas que soluciones.

Los modelos de energía alternativa en México: el lado obscuro de las energías verdes

En el caso de México, diversos institutos y organizaciones sociales han estudiado y analizado los pros y contras de la política de la 4T en el tema energético, algunos han señalado aciertos: como dar prioridad a las empresas estatales (CFE y PEMEX), sin embargo como ya mencionamos, el petróleo es un recurso limitado, llegará un momento en que extraerlo sea más costoso y entonces dejarán de producirlo, además, dependemos ahora tanto de él que hay que aceptar que la transición debe ser paulatina.

En el caso de las llamadas energías verdes, en nuestro país hay convenios económicos firmados hace sexenios atrás que obligan a seguir dando beneficios especiales a grandes empresas privadas y extranjeras para la producción energética, lo que les otorga por ejemplo, que pueden consumir mucha energía pero hay poca distribución de la riqueza en relación a lo poco que pagan de impuestos.

Existen además otros señalamientos desfavorables de la política energética actual: proyectos que carecen de apropiadas consultas a la población o hasta despojo, falta de información clara, contratos que no favorecen a los pobladores y además la lista sigue en términos de si realmente hablamos de tecnologías limpias y verdes, pues en el caso de la energía eólica existe la presencia de contaminación acústica y el derrame de residuos tóxicos en el suelo, el agua, etc.

Pero quizá el punto más preocupante de las llamadas energías verdes y limpias, es que es una tecnología que depende de elementos como el litio, cobre, plata, barita, titanio, tierras raras, níquel, etc, los cuales se extraen de la minería, cuya actividad económica es inequitativa en términos de distribución de ganancias, extremadamente dañina para el medio ambiente y con graves efectos a la salud para la población cercana.

Entonces, vale la pena preguntarse qué camino estamos tomando en el uso de la energía. En condiciones donde hay extractivismo y corrupción, las energías verdes pasan a ser más como un tipo de “mercado verde” donde se sigue poniendo como objetivo principal el crecimiento económico, lo que da como resultado múltiples efectos negativos socioambientales como: migración, salud y conflictos sociales.

En búsqueda de la autonomía energética comunitaria

Aunque no son ampliamente conocidas, pero desde hace varios años existen experiencias de autogestión energética comunitaria en nuestro país, en donde están transitando hacia responder a las necesidades locales y tener un gran impacto en sus territorios. Algunas de estas experiencias como de la Cooperativa Tosepan Titataniske en la Sierra Nororiental de Puebla, tienen como base el ordenamiento territorial, así como la organización comunitaria y la creación de proyectos y empresas sociales como cooperativas. Es importante mencionar que esta experiencia de autogestión energética va ligada a su largo trabajo previo en la búsqueda de la autonomía en la alimentaión, salud, educación, comunicación, etc.

Vale la pena observar que la experiencia de la Tosepan tiene en común con otras el poner al centro el cuidado de la vida con el uso de tecnologías adecuadas a cada región, comunidad y cultura. El estudio y difusión de este tipo de experiencias en un tema indispensable para el presente y futuro del manejo energético en el país, el cual valdría la pena tener una posición muy bien informada, clara y propositiva sobre todo por el cercano periodo electoral que estamos entrando.

Las tareas pendientes y las acciones desde la sociedad civil

En junio del 2022 se dio un importante encuentro donde 25 organizaciones de la sociedad civil dialogaron y debatieron sobre los balances y proyecciones a 20 años del pico del petróleo en México. Como resultado de este primer evento fue la creación de una serie de acciones coordinadas en donde más organizaciones se han sumado con el objetivo de impulsar y amplificar las políticas para la eliminación planificada de los hidrocarburos de la matriz energética con miras a la construcción de salidas ante la crisis climática.

Este encuentro de esfuerzos llamado México sin Fósiles, tiene como siguiente evento una semana de incidencia entre el 22 y 25 de agosto de este año, en la cual se llevarán acabo diversas actividades principalmente en la CDMX y en algunos estados de la república, con el objetivo de seguir analizando la transición energética del país, problemáticas y planes de acción.

Nos queda estar pendientes de los avances que este tipo de inciativas han surgido en México y por su puesto seguir reflexionando de manera crítica sobre nuestros hábitos de consumo a nivel personal y colectivo. El cambio en el planeta que estamos viviendo es innegable, nos resta preguntarnos si estamos preparadas y preparados para asumir lo que va a suceder.

 

Esta actividad cuenta con el financiamiento de la AVCD y del Gobierno Vasco, además de la colaboración de KCD ONGD